Sucesos
Rafael Alejandro Mora, el liceísta de 17 años que pareciera haber sido tragado por la tierra
20 de julio de 2018
Rafael Alejandro Mora García, tenía 17años, cursaba el último año de bachillerato en el Colegio Santa Bárbara, y el 25 de enero de 2016, desapareció sin dejar rastro.
En unos días se cumplirán dos años y medio de ese extraño evento, en el que la tierra pareciera habérselo tragado.
Cerca de las 8:30 de la mañana de ese lunes salió de su casa, en el centro de San Cristóbal, para supuestamente dirigirse a casa de una novia, de 15 años de edad, en ese momento, en El Hiranzo de Táriba.La chica luego dijo que Rafael nunca llegó.
Rafael era responsable. Aseguró a su madre que tras visitar a la novia estaría de regreso a las 11 de la mañana, porque después del mediodía tenía clases.
Pasadas las horas y que el liceísta –que no tenía celular- no aparecía ni se comunicaba con la familia, comenzó el viacrucis que aún se mantiene.
Las indagaciones preliminares oficiales y extraoficiales indican que estarían implicados menores de edad -en ese momento-, adultos y un taxista independiente, que en el transcurso del tiempo se han echado la culpa entre ellos cuando algunos fueron llamados a declarar.
Inicialmente dieron sus testimonios, pero luego se retractaron y desvincularon del suceso, asegurando no haber tenido contacto o saber qué pasó con Rafael ese día.
Todo señala que la desaparición y presunta muerte de Rafael se centra en dos barriadas muy populares de San Cristóbal, el Lourdes y el Alianza.
Antes de salir de su casa, el estudiante de bachillerato llamó desde el teléfono residencial al mencionado taxista, quien constantemente estaba en comunicación con él y era quien le hacía las “carreras”.
Éste, al ser la primera persona en ser consultada por la familia sobre el paradero del muchacho, dijo que esa mañana lo dejó en el barrio Lourdes, posteriormente negó haberlo buscado.
Lo extraño es que al agregarse el número telefónico del profesional del volante al teléfono de la madre de Rafael, en su perfil de Whatsapp lo que tenía era una foto del adolescente, la que luego quitó.
La novia del muchacho aseguró que esa tarde como a las 2, Rafael la llamó por teléfono para decirle que se hallaba en un taxi, con unos amigos, y que la buscaría para ir a una fiesta, de la cual la familia del liceísta no tenía conocimiento y a la que menos, le habrían dado permiso para que asistiera.
Otro de los posibles implicados, un adulto del barrio Lourdes, cuya relación amistosa se comprobó aunque en varias oportunidades la ha desmentido, fue aprehendido por el Gaes el año pasado, por porte ilícito de arma de fuego.
El investigador del Gaes que llevaba el caso de desaparición de Rafael, consciente que este sujeto era un elemento clave, lo interrogó sobre el paradero del joven, y terminó afirmando que el muchacho había sido asesinado y abandonado en barrio Alianza; incluso trasladó a una comisión hasta el sitio donde se suponía que habían abandonado sus restos, pero no hallaron nada.
En ese particular dijo conocer lo que había pasado y dónde habían dejado el cadáver porque supuestamente un adolescente le confesó que por celos, lo había matado a puñaladas en el barrio Alianza. Tras esta importante revelación, el hombre fue liberado luego de ser presentado en tribunales.
En relación al adolescente celoso -al que hizo referencia el anterior sujeto- éste y su novia también son de vital importancia para resolver el caso. La pareja de novios ahora se encuentra en Colombia.
Se fueron del país luego de que el Gaes aprehendiera al citado sujeto que afirmó que el adolescente le reveló el homicidio de Rafael.
Pero una llamada telefónica anónima a un familiar de Rafael, tiempo después, alertó no solo sobre la participación directade dicho adolescente celoso sino del propio sujeto que lo expuso ante las autoridades, como responsables del secuestro y asesinato del estudiante.
La noche de ese lunes, en la citada fiesta en barrio Alianza, habría surgido una situación violenta, porque supuestamente el novio de la adolescente la celaba con Rafael, o Rafael efectivamente estaba saliendo con ella. Y eso lo llevó a consumar una venganza ese mismo 25 de enero de 2016.
De hecho, un testigo que no ha salido a la luz, dijo haber visto cuando a las 9:30 de la noche, el sujeto que fue detenido por el Gaes y el joven señalado como el novio celoso, sacaron a Rafael de la casa donde se celebraba la fiesta, y lo subieron a un taxi.
Manifiesta que Rafael iba como “dopado”. Más tarde, solo regresaron los dos sospechosos.
A casi dos años y medio del hecho, analizando lo ocurrido, aparecen varias personas de interés en el caso y a las que el Ministerio Público como ente coordinador de las investigaciones, pareciera no haberles dado la suficiente importancia.
Aunque definitivamente rodeada de misterio, la desaparición del adolescente no deja de tener los elementos necesarios para ser esclarecida, lo que lleva a muchos allegados y amigos de Rafael, a presumir que los implicados pudieran tener “padrinos” que los hacen intocables. (MB)