Ambulancias venezolanas tienen muchos años en funcionamiento y no cuentan con los requisitos de ley
Jonathan Maldonado
El trasbordo de pacientes se mantiene en la frontera colombo-venezolana, pese a la reactivación del paso de vehículos por los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander.
A más de dos meses de esa acción, que tuvo como punto inicio de 17 de febrero de 2023, y tras más de siete años de cierre, las ambulancias venezolanas siguen limitadas para hacer traslados binacionales. En muchas ocasiones, el tiempo que se pierde para pasar a un lesionado de un carro a otro es contraproducente para la persona que requiere atención sanitaria de urgencia.
Los carros de los bomberos son de larga data y, además, no cuentan con los requisitos de ley que exige el vecino país: SOAT y tecnomecánica. «Y si le hacen una revisión a nuestros vehículos, no pasan el examen», manifestó un funcionario bomberil de la frontera.
Los funcionarios venezolanos ven riesgoso el pasar con las ambulancias a la nación hermana, pues la mayoría de las personas que integran la institución no cuentan con doble nacionalidad, y a la hora de un incidente no tienen un respaldo en materia de salud.
En San Antonio del Táchira, los vehículos llegan hasta la plaza La Confraternidad, a escasos metros de la Aduana Principal, y ahí hacen transbordo del paciente. Antes, cuando el puente estaba cerrado para la circulación de carros y motos, llegaban hasta la mitad del Simón Bolívar.
En Ureña, los bomberos arriban hasta El Escobal, primera zona colombiana con la que se tropieza una vez se atraviesa el puente internacional Francisco de Paula Santander. Ahí hacen el trasbordo.
Los funcionarios aseguran que no hay todavía un acuerdo binacional que los ampare y, de esa manera, puedan pasar hasta el hospital Erasmo Meoz, en Cúcuta, por ejemplo, sin miedo a ser sancionados porque los vehículos no están en óptimas condiciones ni cuentan con los papeles que pide tránsito en Norte de Santander.
Pacientes
Este jueves 27 de abril, en horas de la noche, fue trasladado de emergencia un ciudadano, en situación de calle, arrollado en el sector de Tienditas, en el municipio fronterizo Pedro María Ureña.
En primera instancia, el Cuerpo de Bomberos de Ureña lo ingresó al hospital Dr Samuel Darío Maldonado, en San Antonio del Táchira. De ahí, fue remitido a la ciudad de Cúcuta, específicamente al Erasmo Meoz.
Aunque el puente ya estaba cerrado, eran cerca de las 11:00 p.m., las autoridades de ambos países colaboraron para que ambas ambulancias llegaran hasta la mitad del tramo que une a Villa del Rosario con el municipio Bolívar.
En el puente de Ureña los funcionarios venezolanos disponen, una vez culmina la jornada, de unos tubos amarillos con candado, lo cual es una limitante para las ambulancias, pues el servicio son las 24 horas y, durante una emergencia, la hora no es una limitante.
En un proceso de reapertura, no entienden por qué esos obstáculos son atravesados en horarios nocturnos y de madrugada, en el puente que conecta a Ureña con El Escobal. El funcionamiento debe ser las 24 horas.