Jaime Alexander Peña Mendoza, «uber» cucuteño de 27 años, se trasladó el viernes 29 de agosto a Venezuela con dos pasajeros que tomaron su servicio. Eran cerca de las 11:00 p.m. cuando cruzó el puente internacional Atanasio Girardot. Ya del lado venezolano, los funcionarios le pidieron a los tres que iban a bordo del vehículo el documento de identidad. Los dos pasajeros resultaron con solicitud.

Así lo narró Yeimy Esperanza Corzo, esposa de Peña Mendoza en conversación con Diario La Nación, al precisar que, desde ese momento, su esposo se encuentra detenido y no tienen información sobre adónde fue trasladado, pese a que constantemente han ido a solicitar ese derecho ante los funcionarios apostados en el tramo lado venezolano.

La joven, de 27 años, contó que el sábado 30 de agosto a su esposo le permitieron hacer una llamada y fue cuando ella supo lo que había pasado con él. De inmediato, se dirigió hacia el puente. «El guardia nacional con el que hablé me permitió verlo ese día. Lo tenía sentado. Él lloraba. A los pasajeros (2), los tenían esposados».

Al principio, le dijeron que su pareja estaría detenido hasta que llegaran los funcionarios de la DGCIM a interrogarlo. «Luego, me indicaron que como él no era de línea de taxis, sino que trabajaba con una aplicación, tenía que ser investigado».

Este viernes 5 de septiembre, cumple ocho días detenido y siete días sin que sus allegados tengan información de su paradero, ya que fue trasladado del puente internacional Atanasio Girardot a un destino que la familia, hasta la fecha, desconoce. «Tampoco sabemos adónde llevaron el vehículo».

Desesperados, Yeimy y los padres de Jaime Alexander empezaron a ir a San Antonio, Ureña y San Cristóbal para que les puntualizaran el lugar de traslado del «uber». «Nadie nos da información». Incluso, fueron al Consulado de Colombia en San Antonio a exponer el caso y la denuncia de desaparición también la pusieron ante las autoridades colombianas.

Jaime Alexander lleva cinco años prestando el servicio de transporte mediante aplicaciones. En muchas ocasiones, ha cruzado frontera para trasladar a pasajeros. En la casa, lo esperan su esposa, su hijo de cinco años, sus padres y demás familiares.

Jonathan Maldonado