Según sobrevivientes, fueron al menos 30 hombres, vestidos de negro, con pasamontañas y con brazaletes en el brazo izquierdo, quienes el miércoles en la noche, desde la población tachirense Boca de Grita, atravesaron el río en dos lanchas y arribaron hasta donde estaban las víctimas, para atacarlas a disparos, con sevicia y de manera indiscriminada, en el barrio La Unión, en Puerto Santander.

Los sobrevivientes, que ahora figuran como testigos vitales en el doble homicidio perpetrado en una bodega del citado barrio, contaron a las autoridades colombianas lo que pasó esa noche en la que asesinaron a  Vicente Pérez Abril, de 20 años, oriundo de Villa del Rosario, y Víctor Alfonso Rodríguez Rodríguez, de 27, de Ábrego.

Dijeron que, minutos antes del ataque, Pérez y Rodríguez estaban acompañados de más personas, cerca de la bodega donde ocurrieron los hechos, pero cuando decidieron irse a dormir, la muerte les llegó a la puerta de la bodega El Amiguito, donde se reempaca arroz y azúcar, en la calle segunda con carrera cuarta.

Contaron que cuando las víctimas vieron a los pistoleros, corrieron para tratar de salvarse, pero una de ellas murió en el pasillo de la bodega, mientras que la otra en un baño.

Uno de los testigos alcanzó a escapar por el techo y buscó refugio en una casa vecina, mientras que otros dos hombres lograron esconderse y también ponerse a  salvo.

Aseguraron que, luego de cometer el doble crimen, los agresores huyeron del lugar, a bordo de las lanchas en  las que llegaron, regresando a territorio venezolano.

En este sentido, el coronel Javier Barrera, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, aseguró que los responsables de estos hechos son parte de las estructuras delincuenciales que están en Venezuela y habrían llegado a Puerto Santander solo a cometer este hecho.

El oficial agregó que se adelantan las investigaciones para esclarecer los móviles e identificar a los autores materiales.

Uniformados de la Seccional de Investigación Criminal (Sijin) arribaron, este jueves en la mañana, a la escena del crimen, para practicar la inspección y el levantamiento de los cadáveres.

Miriam Bustos