Sucesos

“Son responsables de la muerte del oficial los médicos que estaban en piso seis del HC”

1 de octubre de 2017

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Lucila Araujo y Briana Cárdenas aseguran que llevarán el caso hasta sus últimas consecuencias.

La madre y la esposa de un funcionario de Politáchira que el martes pasado falleció en el Hospital Central de San Cristóbal, donde se recuperaba de un grave accidente de tránsito, denunciaron que su deceso se produjo por presunta negligencia, tanto de algunos médicos de Neurología como de los que ese día se hallaban en el piso 6, quienes pese a observar que el policía presentaba una emergencia, en pleno pasillo, no se abocaron a auxiliarlo.

Lucila Araujo y Briana Cárdenas, la madre y la esposa, respectivamente, del oficial Jesús Leonardo Zambrano Araujo, de 23 años, quien estaba adscrito a la Brigada Rayo de Politáchira y vivía en el barrio Marco Tulio Rangel, afligidas por la temprana muerte de su ser querido, quisieron hacer pública su indignación, al considerar que si alguno de los médicos hubiera actuado a tiempo, posiblemente el joven policía no habría fallecido.

Contaron que Jesús Leonardo, junto con otros compañeros de Politáchira, con los que trabajaba esa noche y se desplazaban en cuatro motocicletas, fue víctima de una colisión múltiple luego de que un vehículo embistió las motos, el pasado 31 de agosto en la noche, en Zorca; sin embargo, fue él quien sufrió las mayores consecuencias, resultando gravemente herido, a diferencia de los otros policías.

Luego de ser auxiliado y trasladado a una clínica privada, debieron remitirlo al Hospital Central, en razón de que era primordial que lo recluyeran en una UCI, como en efecto ocurrió. A partir de ahí, lentamente, Zambrano comenzó a recuperarse y eso lo notó gratamente su familia, pese a que le hicieron una traqueotomía y aún presentaba lesiones a nivel craneal y otras partes del cuerpo.

Hasta el 18 de septiembre, el funcionario estuvo ahí internado, hasta que optaron por pasarlo al piso 6 y este lunes 25 lo dieron de alta, pero la familia lo retrasó un día porque aún no contaban con algunas indicaciones que requerían para que terminara su convalecencia en casa, como por ejemplo la cama clínica.

Oficial (Politáchira) Jesús Leonardo Zambrano Araujo.

Ya el martes decidieron llevárselo, en vista de que desde el mismo lunes lo eliminaron de la lista de las comidas para pacientes, además de que le habían retirado las vías, pero antes debían hacerle unas placas en razón de que 23 días después del accidente fue que los médicos se dieron cuenta de que tenía fracturada la clavícula, recalcaron las familiares.

“Mandaron con la orden para rayos X a un estudiante de Medicina, que tampoco estuvo pendiente de lo que debía ser su trabajo; me dejó con Leonardo en una camilla, ahí en el pasillo del piso 4, a la espera de que le tocara su turno para hacerle las placas. Eso fue como entre las 10:30 y 11 de la mañana. Leonardo se veía bien, durmió un rato. De repente hubo un momento en el que abrió muchísimo los ojos y se quedó viéndome; muy asustado, comenzó a hacer señas y yo me desesperé, empecé a pedir ayuda, y a ninguno de los médicos que a esa hora estaban en piso 4 y que vieron lo que estaba pasando, le importó. Solo una enfermera se apiadó de nosotros y comenzó a tratar de reanimarlo, llevó la camilla hasta un cuartico y siguió tratando.

Mientras, yo subí al piso 6 a buscar a los neurólogos; encontré a uno de los tratantes, pero estaba tan entretenido con el celular que poco le importó lo que le pasaba. Me dijo ´ahora bajo´, pero nunca lo hizo. Una estudiante de Medicina, que siempre se interesó por la evolución médica de mi esposo, se ofreció a bajar conmigo, pero ese médico se lo prohibió”, contó Briana.

—Por ello -continuó- responsabilizamos a todos los médicos que el martes 26 de septiembre estuvieron ahí y no hicieron nada; al de Neurocirugía, que se negó a atenderlo, e incluso al estudiante, que no estaba presente cuando mi esposo sufrió esa situación; a todos por irresponsables. Vieron que él no podía respirar, que se mostraba desesperado y que hacía señas con las manos, porque por la traqueotomía que tenía no podía hablar, pero ninguno intervino para ayudarlo.

Para cuando Briana regresó al piso 4, ya su esposo había fallecido, aparentemente por un paro cardíaco; además, “de haber tenido aún las vías, posiblemente habría superado si se le hubiera suministrado el medicamento adecuado”, es lo que ella sostiene.

Briana y su suegra llevarán el caso hasta sus últimas consecuencias. Este viernes formularon la denuncia ante el Ministerio Público, y la Fiscalía que hará las investigaciones no descarta que el cadáver del policía sea exhumado, pues según las dos damas, el resultado de la autopsia fue poco claro. (MB)