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23 de noviembre de 2024
Venezuela en la élite del fútbol sala del continente sudamericano, después de clasificar al Mundial de Lituania- 2020, amparado en el triunfo ante Chile por 3-2, resultado clave para que el combinado Vinotinto alcanzara esta premisa, junto a la anfitriona Brasil, nación que funge de sede del magno evento de la Copa América de Fútbol Sala, que ahora mismo se juega en la ciudad de Carlos Barbosa.
Homero Duarte Corona
No fue fácil la victoria para el elenco nacional, comenzó perdiendo, “La Roja” chilena se puso arriba en la pizarra con tanto de Nicolás Chacón; no obstante, el elenco criollo remontó a con dianas de Carlos Sanz, Jesús Viamonte y Henry Gutiérrez, conquistas que le dieron la clasificación a un equipo que en los cuatro partidos disputados ganó tres y perdió uno, contra Argentina, por la mínima diferencia.
Previo al choque ante Chile, la Vinotinto venía de golear por 5-1 a Uruguay, con doblete de Wilson Francia, mientras que Rafael Murillo, Enderson Suárez y Óscar Fernández anotaron los otros tres tantos.
Freddy González Júnior, entrenador tachirense al servicio del seleccionado nacional, tiene plena confianza en sus jugadores, es un convencido de que están dadas las condiciones para ser protagonistas en la justa mundial de Lituaniam en septiembre 2020, reconociendo que allí la Vinotinto se verá las caras con lo más granado del fútbol sala del universo.
Argentina, actual selección campeona del mundo, pese a ser primera del Grupo B con 9 puntos, los mismos de Venezuela, invicta, con tres triunfos en igual número de salidas, debía esperar por el resultado del cuarto partido. Aunque se da por descontado que la “albiceleste” no tendrá problemas para estar en la justa mundialista, producto de los números que ostenta en la eliminatoria; a Uruguay, que es tercero con 6, puntos, le queda un partido por jugar y tiene una diferencia de –1. Chile y Bolivia quedaron al margen.
Por los lados del Grupo A, Brasil clasificó a la cita universal en condición de invicto, con 9 puntos, producto de 3 triunfos en igual número de salidas, para 16 goles a favor, 0 en contra y una diferencia de +16. Colombia y Paraguay, con 6 puntos cada uno, tendrán que pelear a dientes apretados el segundo cupo de este grupo. Las selecciones de Perú y Ecuador, con apenas una unidad cada una, no tienen nada que buscar.
Un poco de historia
El fútbol sala es un apéndice del fútbol campo, por lo tanto filial de la Conmebol y tiene como ente rector la Fifa; ahora mismo se está celebrando la tercera edición clasificatoria sudamericana; en 2012 y 2016, Argentina y Brasil se coronaron campeones.
Argentina y Brasil, junto a España, son las únicas selecciones que han jugado los 8 campeonatos mundiales que se han jugado hasta el momento; Paraguay, Uruguay y Colombia han participado en 6, 3 y 2 ediciones, respectivamente.
Con la clasificación entre el bolsillo, los vinotintos salonistas irán a Lituania con la firme intención de tratar de emular lo que hizo Venezuela en 1997, cuando se coronó campeona del Mundo en Guadalajara, México, selección donde militaban seis jugadores tachirenses: Didier Sanabria, Marlon Sánchez, Joseín “Papi” Rodríguez, Orlando Amézquita, Asdrúbal Colmenares (ya desaparecido) y Javier Delgado. De los seis, tres eran titulares fijos: Didier, “Papi” y Asdrúbal, mientras que Marlon entraba en el primer cambio. El bogotano Álvaro Guevara fue el técnico campeón.
Marlon Sánchez, integrante de la selección campeona mundial de entonces, contó a Diario La Nación que en el torneo universal, en suelo mexicano, participaron 28 selecciones, sirviendo de sedes las ciudades de Monterrey y Guadalajara.
Venezuela ganó 7 partidos y perdió uno, ante Bielorrusia por 3-2. En la semifinal, en Monterrey, el combinado nacional se impuso a Brasil por 3-1 y en la gran final con Uruguay se ganó por 4-0. La contienda se jugó entre el 27 de noviembre y 5 de diciembre de 1997.
Como anécdota, Sánchez recordó que Venezuela fue la primera selección en arribar a suelo mexicano para el Campeonato Mundial, sirviendo de risa para para la afición y los medios del país de los mariachis y los guitarrones, que sin inmutarse les decían: “son los primeros en llegar y serán los primeros en irse”, esto en alusión a que para entonces el fútbol de campo nacional a nivel de selecciones de mayores era la cenicienta del continente.
Sin embargo, con hechos, la modesta selección Venezuela terminó cargando el título, obteniendo el Campeonato Mundial contra todos los pronósticos, y por consiguiente tapándoles la boca a la afición y crítica especializada de México.
Con un poco de nostalgia, Marlon Sánchez sentencia que al contrario de la selección Venezuela que se tituló en Guadalajara, donde jugaba media docena de jugadores nacidos donde comienza y termina la patria, en el combinado patrio que clasificó para Lituania no juega ningún tachirense; pero lo más paradójico, todo el cuerpo técnico es del Táchira: Freddy González Júnior, técnico; Julio Alfaro, kinesiólogo y Freddy González padre, delegado.
¿Se repetirá la historia…? Vaya uno a saber, pero lo cierto es que Venezuela cuenta con una selección de primer nivel para enfrentar con éxito el Campeonato Mundial de Fútbol Sala a celebrarse en Lituania, en septiembre de 2020.
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