Regional
Pumas o leones mantienen en acecho a los habitantes de San Isidro
12 de febrero de 2020
Las cuatro fieras atacan cada cuatro días y devoran alguna res, de acuerdo con los residentes, quienes ya han perdido más de 15 animales, entre vacas, toros y mulas de los potreros. Los vecinos tienen miedo
San Isidro, del municipio Ayacucho, es una comunidad que ahora es conocida por la existencia de presuntos leones en sus montañas y que mantienen en acecho a los habitantes, en especial a los del sector La Montaña.
Sin vehículo, son más de veinte minutos de recorrido para llegar al sector La Montaña, donde ahora sus habitantes se resguardan en sus casas por miedo a la llegada de los presuntos leones que han estado merodeando por la zona en busca de comida. “Cada cuatro días atacan y devoran alguna res”, aseguran los lugareños, quienes ya han perdido más de 15 animales, entre vacas, toros y mulas.
El sector La Montaña, como su nombre lo indica, está rodeado de zona verdes y potreros extensos, por lo que desplazarse hasta donde un vecino implica hasta media de hora de camino, entre matorrales y riachuelos, pero sus habitantes se desplazan a la perfección, pues allí es su hogar, que hoy día se encuentra acechado por cuatro fieras.
“Yo vi al león”
Mayelis González, una joven de 19 años de edad, fue una de las primeras que vieron al león. “Yo me encontraba donde una vecina y estaba viendo a los lejos La Fría, y cuando vi en el potrero algo moviéndose, que me llamó la atención porque allí no había vacas ni otro animal. Cuando observé bien, era un león. Yo le vi la melena. Me dieron muchos nervios, y lo primero que hice fue agarrar mi teléfono e irme para la casa, porque si aparecía otro animal de esos cerca, era un peligro”, relató González.
A pesar de que los habitantes de la comunidad aseguran haber visto cerca de los potreros y sus casas a los leones con sus crías, expertos en el tema aseguran que se trataría de pumas con color, mamíferos carnívoros de la familia Felidae, nativos de América; sin embargo, sean pumas o leones, en cualquier momento podrían atacar a cualquier lugareño.
Al lugar han acudido comisiones de Inparques, Guardia Nacional Bolivariana y funcionarios de la Policía del estado Táchira, pero a juicio de los afectados, no han dado una solución favorable.
Hay miedo
Para Carmen Cecilia Páez, dueña de un toro y una mula que fueron devorados por las fieras, es una burla la llegada de algunos funcionarios, que no les prestaron el apoyo al momento de acudir al sector La Montaña para investigar lo ocurrido.
“Inparques vino, tomaron la muestra de las huellas y dijeron que iban a ver qué podían hacer (…) a los primeros que vinieron, que fueron los guardias de Colón, el domingo pasado, cuando mataron al toro, les dije que me acompañaran a buscar un ternero que estaba cerca de este potrero y lo que dijeron fue que si yo podía correr, porque a ellos les daba miedo, y no quisieron acompañarnos”, narró.
La mujer lamenta lo ocurrido con sus animales, pues la mula era su transporte para cada domingo trasladar la leche que vende en San Isidro y La Fría. Hoy no puede llevar las cántaras pesadas de leche, pues el recorrido es largo. Con el dinero de la venta de la leche, lograba hacer mercado para la semana.
Ernesto Contreras también los vio
Ernesto Contreras, otro de los habitantes que se toparon con las fieras, quien decidió trepar a un árbol y resguardarse mientras estas abandonaban su potrero, hizo un llamado a las autoridades competentes a buscar una solución urgente y necesaria, antes que ocurra una desgracia.
“Queremos que haya una solución con esos animales, si los van a dormir, los van a sedar, porque ahorita se están comiendo las vacas y los toros, pero el día que ataquen a un niño o a una mujer, ya en estos días han llegado cerquita de la casa. A un vecino le llegaron al patio de la casa, donde tenía una vaca amarrada”, declaró.
Al trasladarse a los potreros, los lugareños se desplazan con mosquetes, machetes y en grupos, pues temen que en cualquier momento las fieras los ataquen y no puedan defenderse.
Hasta un millón de pesos
Los habitantes de La Montaña aclaran que han solicitado la ayuda pertinente a los organismos competentes y no han sido escuchados.
Algunos han ofrecido hasta un millón de pesos colombianos por cazar las fieras. Ellos no están de acuerdo con asesinar a los animales, pero si los leones o los pumas los atacan y pueden defenderse, lucharán con sus mosquetes y machetes para defender su vida. (Daniela González)