Muy poco es el movimiento de personas y de vehículos que se registra en las avenidas y calles del centro de San Cristóbal, durante la semana de cuarentena radical decretada por el presidente Nicolás Maduro, como medida preventiva contra la propagación del covid-19, luego de un mes de cuarentena flexible por las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
La medida, que comenzó el pasado lunes 4 de enero, se extenderá hasta el próximo domingo 10 de enero, obligando al cierre de la mayoría de locales comerciales y se da prioridad a los que expendan alimentos y medicinas, aunque este martes una conocida venta de telas permaneció abierta, así como varias ópticas y ventas de bisutería.
“Como no hay transporte público, no hay gente en la calle”, dijo Marcos López, quien trabaja como mototaxista cerca de la plaza Bolívar del centro. “Muchos se mueven en mototaxi, pero para otras personas pagar cinco mil pesos en las rutas cortas es mucho dinero y buscan alternativas, como caminar o pedir una cola”, expresó.
Otras personas se movilizan en vehículos piratas, cuyos conductores se han organizado y prestan el servicio de transporte entre San Cristóbal y los municipios del área metropolitana de San Cristóbal. “Yo vine desde Táriba en un carro de los piratas, que cobran 2.500 pesos hasta el centro y 3 mil hasta el terminal de La Concordia. Para algunos será caro ese monto, pero son los que nos prestan el servicio”, señaló Luis Sánchez.
Las autoridades nacionales reiteran el llamado a las personas a permanecer en sus casas. Insisten en la necesidad de usar correctamente el tapaboca, la importancia del lavado de manos, desinfección de manos, distanciamiento social y no permanecer en espacios cerrados.
José Luis Guerrero