Tokio, Japón (AFP) La colombiana Mariana Pajón no pudo revalidar sus títulos olímpicos en ciclismo BMX logrados en Londres-2012 y Rio-2016 y tuvo que conformarse con la plata, que supuso la segunda medalla para Colombia en esta disciplina, después del bronce de Carlos Ramírez en categoría masculina.
Pajón, estrella del BMX, cedió la corona a la británica Bethany Shriever, que ya se había mostrado intratable en semifinales, logrando las tres victorias en su grupo, aunque compitiendo en otro ‘heat’ diferente a la colombiana.
El bronce en categoría femenina fue para la holandesa Merel Smulders.
Pese a no ganar el oro, el subcampeonato olímpico para Pajón es un gran resultado, al haberse visto lastrada en su preparación para Tokio-2020 por diversos problemas físicos desde 2018, incluido una grave lesión de rodilla.
«Es una plata que vale oro y más (…) No estoy en las mejores condiciones, porque es algo real, no soy la misma que hace nueve años, ni que hace cinco en Rio», admitió.
«Esa lesión (de rodilla) me marcó, no tengo la misma potencia en mi segundo pedalazo, tampoco la confianza, pero no son solo las piernas, también está la cabeza, la experiencia y la mente tranquila, fría, que es muy importante para este tipo de competencias», añadió.
– Ramírez repite bronce –
En categoría masculina, Ramírez repitió el bronce de Rio-2016, beneficiándose de la caída de Joris Daudet en la última curva, cuando el francés era tercero.
«Hubo un momento en la pista que la vi perdida. En la segunda y tercera recta iba peleando, hubo un momento que chocamos Joris y yo y vi que se escapaba, que quedaba cuarto que es el lugar que más duele», explicó el colombiano.
«Salimos en la tercera curva y chocamos, pero de alguna manera le metí la presión, entró muy cerrado en la curva y lastimosamente, porque es un gran amigo mio, ahí se le fue a él, sino hubiésemos luchado hasta la meta», añadió.
El nuevo campeón olímpico es el holandés Niek Kimmann, mientras que el británico Kye Whyte obtuvo la plata y el ecuatoriano Alfredo Campo obtuvo una meritoria quinta plaza.
El campeón olímpico en Rio-2016, el estadounidense Connor Fields, no pudo defender su título en la final, ya que en la tercera manga de las semifinales sufrió una violenta caída que le obligó a retirarse de la pista en camilla.
Las caídas marcaron la jornada, ya que en categoría femenina, dos de las principales rivales de Pajón, la estadounidense Alise Willoughby y la australiana Saya Sakakibara, también se fueron al suelo y quedaron fuera de la carrera por el título.
Tampoco se clasificaron para la final, aunque por deméritos deportivos, el colombiano Vincent Pelluard, francés de nacimiento y esposo de Pajón, ni el argentino Nicolás Torres, que quedó a un punto de meterse en la lucha por las medallas, ni el brasileño Renato Rezende, lastrado por una caída en la segunda manga.
– ‘Viacrucis’ físico desde 2018 –
Para Pajón, la preparación para Tokio-2020 no fue fácil y se vio alterada por varios problemas físicos en los últimos años.
En abril de 2018 comenzó un viacrucis cuando contrajo la mononucleosis (la llamada popularmente ‘enfermedad del beso’) y poco después se rompió los ligamentos de su rodilla izquierda en una caída, una lesión que la alejó de la pista durante nueve meses y la dejó fuera del Mundial de Baku.
El año pasado, cuando comenzaba a retomar el nivel competitivo, cayó la pandemia que trastocó el calendario. A comienzos de 2021 dio positivo al covid-19 y sus planes volvieron a alterarse.
Beneficiada por el aplazamiento de un año de los Juegos por la pandemia y a sus 29 años, la séxtuple campeona mundial demostró que sigue sin perder su apetito de triunfo y a finales de mayo pasado se impuso en la prueba de Bogotá del calendario de Copa del Mundo, último cara a cara con sus rivales antes de la cita olímpica.
En Tokio-2020, Pajón se quedó a las puertas de convertirse en la primera mujer latinoamericana en ganar tres oros olímpicos, pero volvió a hacer historia para Colombia, al igual que Ramírez.
La lluvia que cayó por la mañana en Tokio, que provocó el retraso en el inicio de la competición, hizo que las condiciones de la pista cambiaran por completo con respecto a la víspera, en la que el calor era sofocante.