Por primera vez en su largo conflicto, Colombia elegirá un nuevo Congreso este domingo sin la amenaza de las FARC y bajo la tregua del ELN, las guerrillas que históricamente sabotearon los comicios.
Las FARC ya son un partido. Atrás quedó medio siglo de fallida lucha por el poder gracias al histórico acuerdo de 2016, que terminó con el que fuera el grupo rebelde más poderoso de América. En un país donde la abstención ronda el 60 %, estos comicios serán determinantes para la paz y la sobrevivencia de la izquierda. Y podrían ser la antesala del regreso al poder de una derecha dura que quiere meter miedo con la crisis en Venezuela y modificar lo pactado con el ahora partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC). (AFP)