(Redacción) España no fue capaz de cambiar el rumbo de la historia y volvió a cosechar una derrota ante Alemania. La más dura y la más injusta. La Roja fue superior de principio a fin y sólo un error defensivo de Marta Torrejón le devolvió de nuevo a la cruda realidad. Esa que dice que las germanas les sacan años de historia y de experiencia al máximo nivel.
Fue pitar el inicio la árbitra ucraniana y comenzó a llover de forma incesante. Algo indicaba que nada iba a ser cómo se había planeado. El balón rodaba a sus anchas y las jugadoras de ambos equipos hacían lo que podían. Así sorprendió a los pocos minutos Torrecilla metiendo un pase entre líneas a Nahikari.
Corrió sola ante la portería de Schult y un segundo antes de armar su disparo fue cazada por las defensoras germanas. Las germanas son cazadoras experimentadas, además de rápidas. Aún así, la delantera de la Real Sociedad tuvo una segunda opción a los pocos minutos. Esta vez, sola ante la guardameta, golpeó mal. Fueron minutos de gran intensidad de La Roja. Meseguer, desde el borde del área también estuvo a punto de sorprender.
Irene, a la vez, hacía de las suyas y cortaba con facilidad todos los contragolpes de las rivales. La jugadora del PSG estaba en todos lados. A España no le beneficiaba un partido de ida de vuelta y, poco a poco, fue buscando ser fiel a su estilo. Las de Vilda daban más sensación de peligro. Con el paso de los minutos se lo fueron creyendo. Alemania no estaba siendo Alemania.
Sin embargo, nadie duda de la grandeza de un equipo que a las primeras de cambio golpeó a España. En una rápida llegada de Alemania se mascó la tragedia, pero Paños despejó un centro al área. Sin embargo, el siguiente ataque fue mortal. Alemania superó a La Roja por la derecha, donde había comenzado a probar, una y otra vez, y por ahí se fabricó el gol.
Un centro por la banda de Popp lo remató Huth a bocajarro, Paños salvó como pudo y el balón muerto lo empujó Daebritz sobre la línea de gol ante la mirada y el exceso de confianza de Torrejón. Un despiste que ponía a España por detrás a pesar de ser mejor. Otra vez, como ante Sudáfrica. Un gol psicológico, justo antes del descanso. Un mazazo en toda regla.
A España le tocaba remar. Esta vez no se planteaba un horizonte soleado, enfrente estaba la segunda potencia del mundo. Pero España volvió a coger ritmo y las ocasiones llegaron de las botas de Nahikari y Mariona. Jenni comenzó a intervenir más en el juego. Alemania, con la recién incorporada Buehl, esperaba a que sonara la flauta mientras las de Vilda tejían una tela de araña sobre el césped del Stade du Hainaut.
El seleccionador sacó a las jóvenes -Lucía, Guijarro y Aitana- para luchar por la épica. Era el momento más complicado que vivía esta Selección y la exitosa generación del 98 se merecía estar en él.
La Selección comenzó a adelantar líneas a la desesperada. Los minutos pasaban y el gol no llegaba. Lucía, Nahikari y Jenni, inventándose maravillas para quitarse de encima a las alemanas, lo intentaron… Nada funcionó. La Roja se jugará su destino ante la selección china. Tendrá que ir con la cabeza bien alta, a por todas.
El destino está para cambiarlo. No pudo ser ante Alemania. Pero este equipo ha demostrado que tiene armas.