Tras la polémica surgida por la elección de la hermoso Thalía Olvino como Miss Venezuela-2019, en el sentido de que no cumplía con los estándares establecidos por su histórico mentor desde 1969, Osmel Souza, quien por primera vez no estuvo al frente de este evento, se espera un cambio en el concepto de selección de la mujer más bella del planeta que revela cada año el certamen de Miss Universo.

La crítica ha surgido porque la aspirante de este año por el país que más coronas ha conquistado en la citada ceremonia no cuenta con ese atributo pectoral que tanto ha distinguido a las misses anteriores, por lo que los críticos traen a colación el título de la pasada telenovela famosa: “Sin senos no hay paraíso”, y que nuestra reina, por su contextura, dedicación a la natación y al nado sincronizado, no ha desarrollado lo suficiente, pero se impuso por su encanto personal.

En esta ocasión, el concurso estuvo a cargo del nuevo Comité ejecutivo tripartito, integrado por María Gabriela Isler, Nina Sicilia y Jackeline Aguilera, que ya han pasado por esta experiencia, como concursantes y ganadoras, encargadas además de escoger a una candidata diferente al concepto que manejó por casi 50 años, desde que estaba en Publicidad Oppa hasta en la Organización Diego Cisneros, Osmel Souza.

Por motivos ya por todos conocidos, la elección y coronación de Miss Venezuela- 2019 estuvo muy diferente a las de años anteriores, en donde el glamur, la producción y el ingenio se apoderaban del escenario para hacer del programa el más visto de la televisión venezolana.

En esta oportunidad la animación corrió a cargo de Fanny Ottati, Mariem Velazco, Henry Silva y José Andrés Pabón, desde el Estudio 1 de Venevisión, con una producción que por la falta de recursos no alcanzó el brillo que engalanaba su histórica producción de antaño.

De todas formas, se espera que esta sexagésimo séptima edición del certamen salga triunfante en la cita universal, que se cree será a finales de este o a principios del año próximo, en donde  Thalía Olvino pueda darnos la sorpresa y sumar a ocho las diademas logradas, en su gran mayoría por el ojo clínico de quien se diera a conocer mundialmente como el zar de la belleza, el señor Osmel Souza.

Víctor Matos