Maquinaria y personal se observan en el tramo vial que colapsó a escasos metros del punto de control de Capacho Viejo. Más adelante, a una distancia de no más de dos kilómetros y en el mismo municipio, una tronera se ha convertido en una amenaza latente para los conductores.

«Los trabajos de recuperación van muy lentos y se trata de una vía que requiere estar en las mejores condiciones por la gran cantidad de vehículos que la usan a diario», precisó Juan Escalante, taxista.

Escalante lamentó que, a la fecha, aún se vean en la obligación de emplear los desvíos en Capacho Viejo. «Algunos funcionarios se aprovechan de eso y quieren ya cobrar peaje en ese punto. Todo es un negocio», rechazó.

Terminando el municipio Capacho Viejo, muy cerca de La Mulera, en la jurisdicción fronteriza de Bolívar, está la tercera falla. Allí hay vallas de la Gobernación que denotan que los trabajos en culaquier momento van a ser retomados. Residentes esperan que la recuperación, en esta oportunidad, sí perdure.

«Hay alcabalas, como la que está situada antes de llegar al Paso Andina, que es innecesaria», prosiguió Escalante al subrayar la urgencia de tener una troncal totalmente recuperada.

Se estima que por el peaje de San Antonio del Táchira cruzan al mes alrededor de 180 mil vehículos.

Jonathan Maldonado