Ureña arribó este domingo a 170 años de fundada, con una economía formal que no termina de restablecerse, pese a los intentos que se han hecho desde el gobierno nacional y regional, junto a los empresarios de la zona, para reimpulsar una industria que cayó como consecuencia del cierre de los pasos formales.

Ciudadanos ven propicia la reactivación comercial de la zona en este nuevo año que suma la ciudad fronteriza, pues anhelan el retorno de ciudadanos recorriendo el centro de la jurisdicción en busca de algún producto en específico.

Antaño, por citar un ejemplo, el municipio Pedro María Ureña era un gran fabricante de pantalones para damas, caballeros y niños. En la actualidad, las empresas que eran pujantes mantienen las santamarías abajo, pero con la fe puesta en el regreso del dinamismo.

“Da tristeza que solo sea el puente el que genere movimiento de transeúntes que van a Colombia a buscar lo que antes fácilmente hallaban acá”, lamentó Darwin Díaz, habitante del casco central del municipio.

Díaz cuenta con 20 años de edad y no ha logrado disfrutar, de lleno, de aquella frontera denominada la más viva de Latinoamérica. “Uno tiene una imagen de lo que nos han contado nuestros padres y abuelos”, recalcó.

Para Rosario Puertas, habitante de La Integración, Ureña se merece muchos regalos, “pero el más importante es que le devuelvan su economía, su vida; es una deuda pendiente, de hace años”, manifestó la sexagenaria.

Puertas ha vivido la mayoría de virajes que ha sufrido la frontera y, en especial, su municipio. “Nadie me lo ha contado”, subraya mientas suelta una sonrisa, algo irónica, para darle entrada a su frase de remate: “El Gobierno debe ponerse la mano en el corazón y mirar más hacia esta zona”, acotó.

Los expresado por Díaz y Puertas representa el sentir de la mayoría, sin importar el color político. Todos claman por el retorno de las industrias y, por consiguiente, el de miles de puestos de trabajo, beneficiando así a sus lugareños.

El alcalde reelecto, John Carrillo, se han mantenido firme en la necesidad que tiene la jurisdicción que dirige en que se dé, lo más pronto posible, la recuperación de los espacios formales.

Este sábado, en horas de la noche, los habitantes de la jurisdicción le cantaron el “cumpleaños feliz” a Ureña, en medio del encendido navideño, acompañado de gaitas y fuegos artificiales.

Jonathan Maldonado