El artista de funk MC Fioti tuvo una idea para animar a sus compatriotas a vacunarse contra el coronavirus: reescribir la canción que le convirtió en el primer brasileño en alcanzar los 1.500 millones de visionados en YouTube… pero adaptada a los tiempos de pandemia.
Días después de que Brasilia lanzara la campaña nacional de inmunización en este país que lamenta ya casi 214.000 muertes por covid-19, una cifra solo superada por Estados Unidos, MC Fioti espera que su canción, que sale este viernes, se convierta en un “hit de la vacuna”.
Retomando la música de su éxito ‘Bum Bum Tam Tam’ -tema que le convirtió en un fenómeno en YouTube en 2017, con su video en el que aparecía junto a bailarinas de danza del vientre moviéndose en un decorado oriental-, Leandro Aparecido Ferreira -su verdadero nombre- adaptó su canción a la moda sanitaria.
Reemplazó la letra original que hablaba de traseros (“bum bum”, en portugués) por el nombre del instituto de investigación biomédica Butantan, encargado del desarrollo y la producción de la vacuna china CoronaVac en Brasil.
“La vacuna va a salvar a mucha gente. Ven al Bu-bu-tan-tan”, canta en la nueva versión.
“Mi canción ‘Bum Bum Tam Tam’ se lanzó hace cuatro años, pero volvió a hacerse viral con la llegada de la vacuna, porque los internautas la asimilaron al instituto Butantan. Eso ocurrió imprevistamente”, explica el músico de 26 años a la AFP.
Al observar el fenómeno en las redes sociales, MC Fioti decidió filmar un nuevo clip en el propio centro de investigación.
El artista -que luce ahora tatuajes en el brazo y un párpado-, se mezcló con los científicos durante la grabación.
“Butantan me apoyó al 100%, fui muy bien recibido”, cuenta. Los figurantes de su nuevo videoclip son los mismos empleados, que no dudan en mover las caderas a ritmo del funk en las escaleras y en las instalaciones de este prestigioso instituto situado en Sao Paulo.
Ciencia y funk
El gobernador del estado de Sao Paulo, Joao Doria, telefoneó al cantante para agradecerle por “apoyar la ciencia brasileña”.
Muy popular entre los jóvenes, el funk brasileño tiene varios temas predilectos, como la vida cotidiana en las favelas o la sexualidad. Esta es la primera vez en que sus letras abordan un tema científico.
“Veo totalmente normal que la ciencia y la medicina aparezcan en las canciones de funk, porque el funk se adapta con facilidad a cualquier tema, al contrario que otros estilos musicales que no se atreverían a hacerlo”, continúa el cantante.
Sin mencionar directamente al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y sus seguidores, MC Fioti lamenta que “ciertas personas” hayan incentivado a los ciudadanos a no creer en la ciencia y a dudar de la utilidad de una vacuna.
“Me siento muy feliz de poder animar a la gente a creer. A través del funk comunico mucho con las favelas”, explica este artista que creció en uno de estos barrios muy desfavorecidos de la zona sur de Sao Paulo.
Ahora vive al lado de su estudio de grabación junto a su esposa y su hija de un año. Cuando alude a las razones de su éxito mundial, las explicaciones van por otros caminos que los de la ciencia: “Creo que es simplemente la voluntad de Dios”, afirma.
“Salvar vidas”
“Claro que me voy a vacunar”, asegura MC Fioti. “Mi miedo es que la pandemia continúe y que la gente se siga muriendo. Si tenemos una vacuna que puede salvar vidas, hay que salvarlas”.
La campaña de inmunización en Brasil comenzó por los profesionales de la salud, pero hay muchas dificultades logísticas para hacer llegar unas dosis aún insuficientes a todos los puntos de este enorme país de 212 millones de habitantes y tamaño continental.
El propio presidente del Instituto Butantan, Dimas Covas, pidió esta semana a Bolsonaro interceder ante Pekín para que China agilice el envío de los insumos necesarios para que el centro pueda fabricar 40 millones de dosis de CoronaVac.
Un 22% de la población brasileña no desea vacunarse, según el instituto de investigación Datafolha. Entre ellos, el propio Bolsonaro, quien no ha dejado de criticar la vacuna china, la primera que se administra en Brasil.
AFP