Opinión

La función de intermediación se acabó

1 de marzo de 2025

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Carlos Casanova Leal

Los partidos políticos son instrumentos de lucha y sus dirigentes los voceros de las colectividades que representan, de tal suerte que entre el ciudadano y los que toman las decisiones en el Gobierno existe una función de intermediación.

Así la democracia corporativa se organizó por sectores para ejercer esta intermediación que procura proponer soluciones para resolver problemas colectivos. Es entonces la Asamblea Nacional, el lugar a donde se encuentran los representantes de los diversos sectores de la sociedad y del pensamiento político, y lo hacen de forma permanente, el sector oficialista y sus aliados con los opositores, para escuchar y definir el rumbo del país debatiendo las políticas que adelanta el Gobierno.

En consecuencia, es en la Asamblea Nacional donde los representantes de los partidos se oponen o apoyan las políticas del Gobierno, puede suceder perfectamente que este encuentre aliados para sumar respaldo a sus propósitos políticos, pero si el apoyo es permanente y para todas las iniciativas del Gobierno, pues no existe oposición, entre otras razones, porque no encuentra elementos para oponerse y/o proponer alternativas a lo planteado.

Los partidos distintos al PSUV que hacen vida en la AN pasan por este trance ¿Cómo pueden demandar un voto del ciudadano opositor, si no son oposición? Fíjese usted, en la discusión de la ley de presupuesto, no los leí ni escuché que hayan solicitado el presupuesto para el aumento de salario para los trabajadores del sector público, no levantaron la voz para exponer que la prioridad presupuestaria sean los recursos para el sistema eléctrico nacional, tampoco el presupuesto de dotación de hospitales, proponer el plan de empleo pasa por invertir en la creación de esos puestos de trabajo, no se escucha nada, el plan de inversión de la pequeña empresa y empresa familiar, la solicitud de autonomía al BCV para frenar la emisión de dinero inorgánico, así como tampoco se escucharon exigiendo la promoción de la actividad privada; las gobernaciones y alcaldías ya no tienen competencias y los presupuestos son manejados por Caracas sin que la descentralización se haya defendido.

No hay control de la actividad presupuestaria desde la AN, o por lo menos no se escucha nada, el combate a la corrupción es un tema que para los diputados no existe, no  los veo tampoco proponiéndole al gobierno cambiar las políticas que tienen intervenida la actividad económica del ciudadano.

Si no propones políticas alternativas a la crisis que padecemos no solo no tienes iniciativa, es que tampoco te opones a las políticas que nos mantienen en dificultades. Como consecuencia de esta conducta, los partidos en la AN son organizaciones aliadas del Gobierno, apoyas desde el silencio, apoyas al no oponerte, apoyas al no salvar el voto, al final los estás respaldando; pudiéramos afirmar que el Gobierno tiene amplio apoyo parlamentario y de sus organizaciones políticas.

El tema central que nadie está atendiendo es el de la Reforma Constitucional propuesta por el Gobierno y que no contó con voces que se opusieran, peor aún se hace peligrosamente coincidir con los 90 días para la reforma con los 90 días de las elecciones, el Gobierno sabe las razones por las que así las convoca; las municipales –dicen- serán después de la reforma; claro, después de la misma se instalará el estado comunal que no encuentra oposición en los partidos en la AN.

Entonces la revolución avanza de la mano de los partidos distintos del PSUV en apoyo a los propósitos que se plantean y de los cuales por no hacer oposición los convalida.

El dilema entonces no es votar o no votar, es que la pregunta es ¿Quiénes son de oposición? Los que en ese escenario se encuentran por su silencio, obviamente no lo son.

La intermediación de hoy se ha hecho para favores familiares y personales, y en ese proceso se desdibujó; lamentablemente esto no solo les sucede a los partidos, les sucede también a los representantes de las cámaras de industria y gremios, que no exigen políticas económicas y van en búsqueda del favor y así la actividad de la intermediación desaparece de la escena nacional como mecanismo de solución.

El objetivo final de la revolución es la implantación del Estado comunal y en la AN encontró el respaldo de todos sus integrantes.

El orden en la geopolítica mundial se está reorientando.

Dios con nosotros y Venezuela con san José Gregorio Hernández.

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