Existen mecanismos de resolución de conflictos, tramitados como acuerdos primero y hechos ley después, han sido suscritos por los países para fortalecer el sistema democrático y con él a los ciudadanos.
El principio de no injerencia en asuntos internos de un país, surgió para proteger a los gobiernos democráticos de movimientos revolucionarios propiciados por otros Estados, que lo saquen del cauce constitucional y democrático. Por análisis en contrario, un gobierno tiránico que eliminó las tres generaciones de derechos constituidos en favor de la humanidad, no puede invocar este principio.
¿Para qué sirve la Doctrina Roldós, la OTAN, la carta Democrática, la Convención de Palermo, el Estatuto de Roma, la Corte Penal, el R2P, el TIAR?
Están para evitar la injerencia y repelerla con ayuda de otros países suscritores de los acuerdos, sirven para buscar soluciones por vía del diálogo primero y después presiones diplomáticas, para perseguir los delitos de lesa humanidad, y para castigar en el mundo los delitos comunes que se propicien desde el gobierno forajido, para ingresar a un país con severos problemas de crisis humanitaria, y para la asistencia militar en caso de invasión.
Venimos de tratar de articular mecanismos de salida, que por errores políticos al anunciarlos, fueron bloqueados; cuando se lograron las 2/3 partes de los integrantes de la AN, se anunció que Maduro saldría en 6 meses y se anunció como sería la salida: Enmienda Constitucional, Reforma Constitucional, Constituyente y Referendo Revocatorio.
El anuncio sirvió para advertir al régimen cual sería la estrategia opositora y todas las opciones fueron bloqueadas desde el TSJ ilegítimo. Y con ellas se agotaron las salidas constitucionales.
Surgió el diálogo en sus dos formas posibles; diálogo abierto, con conocimiento de la sociedad de que se llevaba adelante; y, el diálogo encubierto, donde la sociedad desconocía se hacía.
De los diálogos no surgió respuesta alguna y por el contrario perdimos espacio, como el retiro de los Diputados de Amazonas, acordado en uno de ellos.
El mecanismo de dialogo aún y cuando no tiene fecha de vencimiento, por incumplimiento del régimen, se agotó como medio de resolución de la crisis.
Se dan las circunstancias del desconocimiento internacional de la elección de Maduro y el reconocimiento de Güaidó, como presidente encargado; y con él nuevas esperanzas en la salida del régimen.
Los militares El Pollo Carvajal y Cliver Alcalá; frente al discurso de posible intervención militar en Venezuela por parte de EEUU, convencen a la oposición de que con el ingreso de la ayuda humanitaria el 23F el sector militar se dividiría y así comenzaría el anunciado cese a la usurpación; el resultado es conocido.
Luego el 30 de Abril, como consecuencia de diálogos propiciados por el régimen para desmontar la acción del 23F, comenzaron conversaciones para sacar a Maduro. Existe un documento de 15 puntos; básicamente compromisos de las partes: EEUU no tuvo participación en estos eventos, pero si garante de levantar sanciones a enchufados, como prerrequisitos impuestos por los voceros del régimen.
¿Qué sucedió? Se adelantaron los acontecimientos que estaban previstos para verificarse el 1ro y 2 de Mayo. El que adelantó, o los que lo adelantaron la jugada, lograron fue abortar el plan de sustitución de Maduro y con ella la esperanza ciudadana de salir del régimen.
¿Dónde estamos hoy? Bueno el acuerdo de 15 puntos, puede seguir teniendo vigencia en la medida que los del régimen así lo sostengan. Pero el plan se puso al descubierto y Maduro está desmontando a los comprometidos, del lado opositor persigue diputados, y 55 militares presos.
Güaidó, hace la convocatoria a la calle y señala, que es el medio de presión para lograr el “dialogo” elemento nuevo en su discurso.
¿Con quién se dialogará? Maduro está persiguiendo opositores.
De tanto pedirle a los militares que se sumen, está quedando claro que son el fiel de la balanza, la acción política de Güaidó o de Maduro se hace depender de los militares.
Concluyo. Si la oposición no construye una amenaza creíble dependerá de los militares; si depende de ellos, estará en una posición de pérdida de liderazgo, ya que nadie da un golpe militar para entregar el poder a otro. Se pudiera estar en presencia de diálogos a mayores niveles que impliquen una transición tutelada desde el factor militar.
La oposición debe construir una amenaza real y los EEUU no tienen todo el tiempo para esperar.
Con Fe seguimos en la acción política en las comunidades.
Carlos Casanova Leal