«Accidentes viales no se previenen solo pintando»
22 de mayo de 2024
Apenas días después de las elecciones del 28 de noviembre de 2021, en las que se eligieron los gobernadores de Venezuela, además de otros cargos, la exmandataria regional, Laidy Gómez, se ausentó del panorama político tachirense, lo que hace que la colectividad se pregunte sobre su paradero.
Con apenas una diferencia de 3.440 votos, Gómez no pudo ser reelecta como gobernadora del Táchira, puesto que ahora ocupa quien fue su principal contendiente en dicha campaña electoral, Freddy Bernal (del Partido Socialista Unido de Venezuela -PSUV-), quien se adjudicó 138.717 votos.
Días después, la exmandataria ofreció una rueda de prensa aceptando su derrota y manifestando que seguirá luchando con el pueblo por los valores democráticos de la sociedad, lo que daba a entender que continuaría ejerciendo la política dentro del territorio nacional.
Sin embargo, con el pasar de las semanas su vocería desapareció, salvo en unas dos ocasiones, así como también su presencia en actividades de la oposición regional, incluso del partido político al que pertenece, que no es otro sino Acción Democrática (AD).
Esto ha venido generando incertidumbre en la dirigencia política estadal y en la misma colectividad; en especial en aquellos 135.277 electores que apostaron por su continuidad en la administración pública regional, ese 28 de noviembre del año pasado.
Fuentes extraoficiales aseguran que Gómez se encuentra radicada en el departamento del Norte de Santander, Colombia, “esperando que pase el tumulto del nuevo gobierno y que bajen las aguas luego de la derrota política de la oposición”.
Para nadie es un secreto que a ella, un marcado sector político de aquella Alianza Democrática le atribuye la responsabilidad absoluta de la derrota política opositora en aquellos comicios del 2021; sin embargo, otros la ven como la “gran ganadora dentro de la oposición”, pues consideran que relegitimó su liderazgo al enfrentar al oficialismo con “pocos recursos y la contra parte de la oposición”, representada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Podrían ser el reflejo de Copei
Otro comentario que no es un secreto es la marcada división que impera en las filas del partido socialcristiano Copei, en donde existen varios cabecillas que constantemente mantienen una pugna por la dirigencia regional, pero eso ya es otro tema.
AD corre el riesgo de fracturarse, como los copeyanos, debido a las notables diferencias que salieron a la luz pública, entre sus dirigentes, luego de los últimos comicios; de hecho, algunos ya piden la salida de Gómez del secretariado de organización, cargo que mantiene dentro de la “Casa Blanca”.
Según el CES, Laidy Gómez debe presentarse a las convocatorias de la organización y hacer parte activa de las diferentes actividades que se realizan dentro y fuera del partido, cosa que no ha sido posible debido a su supuesta permanencia en el extranjero.
A esto se suma la petición de relevo en la secretaría general regional, en donde ha estado Miguel Reyes por más de 20 años. Todo esto ha llegado incluso a los oídos del mismo presidente del partido, Bernabé Gutiérrez, quien se ha mantenido silencioso al respecto.
Asimismo, se comenta que el diputado de la Asamblea Nacional, Juan Carlos Palencia, visita mucho la ciudad de Caracas, pues además de cumplir con sus responsabilidades como parlamentario, también mantienen múltiples reuniones con Gutiérrez con la finalidad de persuadirle para ser nombrado secretario general en el Táchira.
Se espera que antes de que acabe el primer semestre del presente año se efectúen elecciones internas en AD, lo que podría llevar a “movidas de matas” en las direcciones regionales, como podría presentarse en el estado Táchira.
Hay que tener en cuenta que AD se encuentra sometido a una intervención judicial por parte del Tribunal Supremo de Justicia, lo que le impide realizar remociones de sus diferentes autoridades.
Pero, y el CES…
Dentro de Acción Democrática existe una importantísima figura llamada CES (Comité Ejecutivo de Seccional), el cual está compuesto por 21 miembros. Su función es la de velar por el cumplimiento de los estatutos del partido y, en conjunto, tomar decisiones para la organización.
Aquí el CES está compuesto por Miguel Reyes, Laidy Gómez, Carlos Ovalles, Ezequiel Pérez, Yulian Montenegro, Arturo Molina, Ana Cecilia de Roche (quien falleció, pero entra su suplente), Gerardo Mora, Coylu Arias, Víctor Escalante, Jorge Luis Pernía, Juan Carlos Palencia, Julio César Hernández, Enrique Noguera, Glaiber Moncada, Mireya Hernández, Miguel Cáceres, Fernando Hernández, Erwin Chacón, Iván Guanipa, Franklin Anaya, Freddy Osuna y Fernando Moreno.
Según fuentes, gran parte de este componente no está de acuerdo con la manera como el secretario general local está conduciendo el partido e incluso lo tildan de “autoritarista y arbitrario”, aseverando que “pasa por encima del CES, sin consultar ni esperar su respectiva aprobación”.
Por ende, le hacen públicamente un llamado a que respete el protocolo del partido y se apegue a los lineamientos de la organización.
Comisión para el censo
Otra de las peticiones del CES blanco es que se nombre una comisión de tres integrantes para encargarse de todo lo relacionado con el proceso de censo y recenso del partido, paso fundamental que llevará hacia las elecciones internas.
De la misma vocería de Miguel Reyes, este censo y recenso ya se están llevando a cabo, incluso él mismo se ha apersonado a algunos municipios a velar, con vista propia, por la transparencia de dicho proceso; sin embargo, algunos piensan que este proceso pueda estar parcializado y viciado.
Los militantes más optimistas apuestan por un diálogo interno y que se limen asperezas, “por el bien de la institucionalidad del partido”, evitando así que se llegue al mismo destino de otras organizaciones opositoras: la división. (FH)
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