Nancy Porras
Apenas quedan horas para el inicio de las Misas de Aguinaldo, tradición venezolana que se cumple entre el lunes 16 y el martes 24 de diciembre. Representan los nueve meses de gestación de la Virgen y preceden a la eucaristía de Nochebuena.
Su origen se remonta a los tiempos de la Colonia. Se oficiaban, en principio, durante las madrugadas, generalmente a las cuatro y media de la mañana, para que los campesinos pudieran asistir antes de ir a trabajar.
Ahora se celebran, en unos templos a las cinco de la mañana y en otros a la seis. Hay parroquias donde están programadas para las cinco o seis de la tarde, cambio de horario que se hizo sobre todo por el tema de la seguridad y movilización de las personas.
Transcurrido el tiempo, se convirtieron en una celebración popular, donde no falta el repique de campanas, la pólvora y los cantos de villancicos, acompañados por la gente abrigada para protegerse del frío que cubre diciembre.
Novena de la Navidad
La historia religiosa está clara en que es una tradición venezolana que ayuda a vivir la ceremonia con más intensidad la Novena de Navidad y tiene un gran valor litúrgico para los fieles.
La palabra “aguinaldo” significa regalo, que se pide o se da, en la época de Navidad. Lo que se busca es que se conviertan en un camino espiritual hacia Belén y los nueve días son el regalo de Dios para sus hijos.
Esta gracia fue otorgada por el Papa León XIII, quien aprobó la introducción de cantos de parranda en las misas que preceden a la fecha del nacimiento de Jesús, convirtiéndose así en una característica propia de la Iglesia venezolana.
Trabajo de las capitanías
Sus organizadores han trabajado de manera incansable durante meses atendiendo al propósito de que sea una verdadera fiesta de preparación para el nacimiento de Jesús. Se esmeran en compartir en la víspera, horas previas a la misa, y se ofrece lo mejor en la organización de la eucaristía.
En cada comunidad trabajan hombres y mujeres en la organización de la actividad religiosa.
Es tradición llevar café, chocolate, torta, o pan para compartir después de la misa, refrigerio ofrecido por los organizadores de la actividad anual, que la mayoría de las veces representan un sector de la parroquia y a quienes se conocen como capitanes responsables de hacer lucir la eucaristía.
En cada Misa de Aguinaldo manejan un tema y una secuencia que pretende hacer que los presentes se encuentren consigo mismos, es por ello que organizar y participar en los nueve días, es un camino que lleva a descubrir a Cristo Jesús, como el único sendero con luz verdadera. (Nancy Porras)