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«Las probabilidades de recomponer el sistema eléctrico cada día son más escasas», sostuvo Orlando Medina, extrabajador de Cadela, especialista en líneas de transmisión, subestaciones y distribución de energía eléctrica en el sistema eléctrico nacional.
Recordó que hace más de un año se produjo el “megaapagón” que dejó sin energía al país, durante cuatro días en algunas zonas, ocasionando pérdidas incalculables en lo humano, material y dejando daños irreparables en el sistema eléctrico nacional.
“Ante esta tragedia, el régimen terminó declarando que en un lapso de 90 días se normalizaría el sistema; sin embargo, desde ese momento ha sido una constante burla contra los venezolanos, que padecemos la agonía por la caída de un sistema de electricidad que está en su fase final”, aseguró.
Argumentó que dado que el Guri, de las 20 turbinas generadoras de electricidad de 20 MV, tiene operativas solo 11, es decir, “alcanza solo el 50 % y no tiene para cubrir la demanda requerida”.
Al mismo tiempo, agregó Orlando Medina que “las turbinas tienen años dañadas” y el dinero para su reparación, por factores como la corrupción, “ha sido malversado y con ello han condenado a la población a la época del oscurantismo”.
Por otra parte, subrayó que el personal especializado que hizo crecer la empresa tuvo que huir, “dejando acéfala a Cadela, ahora Corpoelec, que era orgullo de América Latina y hoy está condenada al fracaso”.
“El Gobierno se atreve a declarar en temas de mucho tecnicismo -agregó-, como lo es el tema de la electricidad, politizándolo y militarizándolo”.
Por otro lado, aseguró que la generación termoeléctrica que podría ayudar con las plantas compradas, llegó al país en condiciones no óptimas. “Estaban usadas y deterioradas. Se trató de un gran negocio con el país aliado de la revolución, Cuba, que fue intermediario de la negociación”, dijo.
«Esta insuficiencia termoeléctrica creó una ruptura del equilibrio en materia de generación y hoy se sufren las consecuencias», alegó el extrabajador de Cadela.
“A esto se suma la situación de las líneas de transmisión que conectan con las subestaciones, que tampoco han tenido mantenimiento y los trasformadores explotan”, agregó
“Posteriormente -dijo- viene la cadena de distribución de electricidad de alta y baja tensión, 13.8 KVA, que es el suministro que opera en el sistema hospitalario residencial y empresarial, de allí el caos que se vive hoy en los distintos sectores”.
Finalmente, sentenció que todo esto «nos hace estar en un ‘blackout eléctrico’, que no son buenas noticias para los venezolanos. Mientras estén las fuerzas armadas involucradas, el panorama no es alentador. Nos corresponde a los venezolanos no conformarnos, protestar por la situación», concluyó Orlando Medina.
Nancy Porras
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