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El rock tachirense ha emigrado dispuesto a ganar la escena internacional, sin perder conexión con sus orígenes, como se comprueba en la más reciente producción de Páramo Sound System, Reina Roja, editada en España en plena pandemia.
Bajo la producción de Jesús Duque, con Joe Mendioca en el bajo y Ramón Alí Mogollón Duque, voz, guitarra y autor de gran parte de las 12 piezas, envueltos en el misterio de su música y su lírica con su aire de vieja escuela, hoy redescubierta por las nuevas generaciones, especialmente en los escenarios más “underground”.
Más que ritmos que te estremecen, “riff” simplemente para sorprenderte, o melodías que se te pegan. Páramo Sound System te introduce en paisajes sonoros e hipnóticos que te crean una relación muy personal con cada canción, en una tradición que nos hace remontar al jazz cool, la psicodelia, el space rock, el post-punk, el shoegaze, el trip hop, y se mantiene en la actualidad con aires más épicos.
Además de sus propios temas, con su lírica de calles solitarias y rincones privados que se abren espacio entre una anónima urbe, la producción cuenta con covers de las agrupaciones El Columpio Asesino y Audiosuites, así como rescata el clásico de Antes de la Línea, Furia Sin Calma. Contó con la masterización del ingeniero de sonido argentino Max Scenna, quien ha trabajado con artistas de la talla de Soda Stereo, Los Siete Delfines y Living Colour.
Movida española
Fiel a sus principios, pero en un ánimo de refrescarlos, Ramón Alí Mogollón enfrenta el reto de ser emigrante en tierras europeas, sin por ello apartarse de sus pasiones musicales, ni de sus raíces roqueras enclavadas en la onda andina que floreció en la década de los noventa y principios del XXI.
—Cuando llegamos a Navarra –relata Mogollón- conocí a la gente de Pensamientos Aleatorios y comencé a tocar con ellos, que estaban necesitando de un guitarrista. Tocamos en varios festivales y locales de la zona. Luego de eso ya empecé a buscar mis músicos y comenzamos a ensayar en el bar irlandés Baztan, y tocamos en la Red de Bibliotecas Públicas.
Desde su llegada a Barcelona, en 2017, no solo entró en contacto con la escena musical de ese importante epicentro cultural europeo, sino con la realidad de la migración proveniente de Europa y África, que conformó parte del público que lo vio tocar sus temas en guitarra acústica. Lo que ha venido es un gran esfuerzo por tratar de romper las distancias que en España se han impuesto frente a la música latinoamericana.
—No me costó mucho activarme con la música, porque yo siempre la cargo a donde voy. Así me sucedió cuando llegué a Argentina, en donde al segundo día ya estaba tocando. Por supuesto, tú sientes más receptividad en la tierra donde naciste y te forjaste, e incluso en Latinoamérica en general, pues el español está muy desvinculado de la industria musical latinoamericana, sin referencias o con muy pocas de nuestros artistas. He conocido gente de los estudios de grabación y no ha sido fácil, y gracias a amigos de aquí, de Navarra y Chile, ha sido posible darnos a conocer. Por eso, entre mis planes estaría regresar al Sur para continuar mi carrera musical.
Freddy Omar Durán
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