Nancy Porras

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Conseguir un dinero extra es la meta que muchos padres de familia quieren alcanzar porque el salario que devenga la mayoría, es el mínimo y es por ello que debe ingeniárselas para conseguir un poquito más de dinero y llegar a casa con algo en las manos para el sustento diario.

Este es el caso de Joel Gómez, quien vive en Gallardín. Trabaja de lunes de viernes, en La Concordia, cerca de la panadería La Concordia, como ayudante en arreglos de frenos para vehículos, pero está cumpliendo la cuarentena. No obstante, sabe que tiene que ingeniársela para conseguir dinero, indispensable para poder mantener su familia.

Decidió invertir unos pesos y se fue a comprar una cesta de verduras en el mercado de Táriba. No le fue mal. Luego adquirió frutas, y en medio de este negocio se desenvuelve buscando en todo momento garantizar la alimentación en su hogar.

Sin embargo, este trabajo implica un enorme sacrificio, Debe levantarse de madrugada. Sale a las tres de la mañana de su casa, al llegar a las nueve de la mañana, comienza a vender hasta las dos de la tarde, finalizada la faena se cubre de satisfacción, pues hizo lo del día.

–Puedo comprar pasta, arroz. Al otro día compro un poquito de carne o pollo, etc., así me rebusco y consigo dinero. A veces a pesar de estar cansado, hago arreglos de jardinería, es decir, a pesar de todo consigo algo qué hacer, y con ello algo de dinero, lo que me permite estar más tranquilo, dijo.

Precisó que al caer la tarde se dedica a arreglar el jardín y a sembrar matas, las cuales  vende casa por casa en la misma urbanización donde vive.