Cada 2 de noviembre, se conmemora el Día de los Fieles Difuntos. Cientos de personas acuden a los cementerios para visitar el lugar en donde reposan los restos de sus seres queridos y elevar oraciones por el alma de aquellos que ya no forman parte de este plano terrenal.
Obsequios florales, velas, imágenes, rosarios y demás artículos religiosos son depositados en las tumbas, para honrar su memoria y preservar el recuerdo de quienes fueron en vida.
Teresa Carvajal, vendedora de flores en los espacios externos del Cementerio Municipal de San Cristóbal, comentó que durante los últimos días ha sido escasa la afluencia de visitantes, pero esperan que incremente para el sábado, por tratarse de una fecha importante.
“Aunque las ventas han disminuido, a comparación de años anteriores, nosotros continuamos ofreciendo diversos tipos de arreglos florales para que las personas que vengan a visitar a sus seres queridos compren un bonito detalle”, señaló Carvajal, quien desde hace 35 años trabaja en el cementerio.
Los precios de los ramos en la mayoría de los establecimientos que hacen vida a los alrededores del camposanto varían, dependiendo del tamaño y las especies de flores. Los más económicos oscilan entre los 5.000 y 10.000 pesos colombianos, así lo dio a conocer Belén Morales, otra de las vendedoras del lugar, quién indicó que la caída en los niveles de ventas se debe, además, al incremento de negocios que se encuentran en la calle, lo que ha perjudicado considerablemente a los comerciantes que durante décadas han trabajado en los espacios externos del cementerio.
El porcentaje de compras de artículos religiosos también ha caído con respecto a otras épocas. María Rivera, vendedora con una trayectoria de 17 años trabajando en el sitio, subrayó que a pesar de los precios asequibles de las velas y velones, los cuales se consiguen a partir de 2.000 pesos, ya no se vende la misma cantidad de hace un par de años, cuando los clientes adquirían los productos al mayor para comercializarlos hacia otras zonas de la región tachirense.
En los alrededores del cementerio municipal también se encuentra el negocio de Arturo Castro, fabricante de lápidas, libros y floreros: “Los libros más económicos cuestan 90.000 pesos y son fabricados con marmolina, pero también trabajamos con otros tipos de materiales como mármol y granito vaciado. En el caso del precio de los floreros, estos oscilan entre los 60.000 y los 150.000 pesos, dependiendo del diseño y tamaño”.
Para el fin de semana, tanto los vendedores del lugar como el personal administrativo del cementerio esperan el aumento de visitantes al principal camposanto de la ciudad de San Cristóbal, que este 2 de noviembre estará abierto en horario especial, de 7:00 a.m. a 7:00 p.m. y en donde se llevaran a cabo tres eucaristías a lo largo del día, la primera a las 8:00a.m., luego a las 11:00 a.m. y a las 5:00 p.m. (Mirley Moreno/Pasante ULA Táchira)