El paso de vehículos estuvo fuertemente restringido este jueves, en horas de la mañana, por la alcabala El Mirador, lo que provocó largas colas de vehículos entre San Cristóbal, Rubio y los dos Capachos, de lado y lado, y obligó a otros conductores a devolverse, o a pasajeros descender y terminar su recorrido a pie.
Freddy Omar Durán
Al respecto, las autoridades presentes en el operativo, adscritas a la GNB, PNB y Politáchira, no adelantaron mayores datos del motivo y solo dijeron estar obedeciendo “mandatos superiores”. Los comentarios entre los allí presentes señalaban que la medida obedecía a los controles de seguridad contra el avance de la Covid-19 en el estado.
Miriam Moncada, una de las personas que se vieron en la obligación de bajarse de la buseta y regresar a su casa, pues no hallaba ningún sentido bajar a San Cristóbal para apenas permanecer allí unos pocos minutos, o sin saber si contaría con transporte de regreso, estuvo de acuerdo en que si esos operativos van en bien de la salud pública, estaba de acuerdo; pero igual los mismos apenas se limitan al traslado en vehículos, pues caminando lo seguirán haciendo muchas personas.
Esto redujo enormemente la circulación del transporte público, y las pocas unidades que pasaron era porque no habían sido advertidas del trancón que estaba ocurriendo. Algunas que venían desde San Cristóbal, apenas si a las 11:00 de la mañana pudieron hacerlo.
Un número considerable de motocicletas se hallaban aglomeradas en la entrada y salida del puesto de control de la Guardia Nacional. En general, conductores y demás ocupantes asumían con tranquilidad y paciencia la espera; sin embargo, un grupo de ciudadanos se dirigió a un policía, quien amablemente atendió su caso, pues por motivos de salud necesitaban movilizar a una señora de la tercera edad en estado de salud que ameritaba atención facultativa. También una ambulancia, con las alarmas encendidas, fue pronto despachada.
No dejar pasajeros de pie
Jorge Cuéllar, que manejaba una de las busetas que venían desde Capacho, afirmó que desde la semana pasada han experimentado un mayor control de su actividad, sobre todo en lo que se refiere al aforo de pasajeros, siendo amonestados verbalmente si llevan un sobrecupo de pasajeros de pie.
Estos careos se presentan especialmente cuando se acerca la hora, a eso de las 2:00 p.m., en que está prohibida la libre circulación de transporte no autorizado. Incluso se ha tenido que ordenar a los pasajeros descender de las unidades, con la consiguiente respuesta de desagrado de estos, aunque se les ofrece la posibilidad de otros medios para su traslado.
Los pasajeros que esperan en la parada de la Villa de los Buhoneros afirman que ellos hacen hasta lo imposible por cumplir rápido las gestiones que deben hacer en San Cristóbal, pero una reducción en el número de busetas que allí se paran no solo hace larga la espera, sino el número de personas que entrarán en la última unidad que de allí sale.
También se reportó que este jueves el dispositivo de seguridad implementado en las vías públicas de San Cristóbal insistió aún más en la no permanencia de personas de pie en el transporte público.