Regional

San Cristóbal cumple hoy 460 años de fundación

31 de marzo de 2021

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San Cristóbal está de cumpleaños. Son 460 años de fundada, tal vez engalanada con esas recientes neblinas que hace tiempo no lucía y que antaño eran tan familiares para sus habitantes, otrora siempre preparados para el frío y la lluvia.

Pero no solo son cambios de orden meteorológico los únicos sufridos por una ciudad cuyo empuje progresista ha perdido fuelle y ha sido entregada a ser escenario de la supervivencia, donde quien por ella deambula casi siempre lo hace emprendiendo un camino hacia la manutención propia y de los suyos. Algo evidente en quienes van de esquina en esquina vendiendo verduras y otros productos de la cesta alimentaria, o se paran en cualquier sitio para ofrecerlos.

Gerardo García, uno de los tantos que día a día salen con su pregón, como aquel personaje de la canción Lamento Borincano, no esconde su desilusión y no deja de identificar a la ciudad con sus propias carencias, como causa, pero también como salida a las mismas, con una visión constreñida a lo inmediato.

—Estamos en una situación bastante fuerte, con todo encarecido y los precios por las nubes. Salimos a buscar los pesos porque no tenemos de otra, y ni qué decir de fuentes de trabajo. Muchas de las cosas que aquí consumimos nos las traen por las trochas; hasta el combustible lo tienen que traer de allá. Los que tienen vehículos ya ni salen por no poder pagar la gasolina, y el transporte público es uno de los más caros del país, y con un sueldito es un lujo pagarlo— expresó García.

En la lista de los lamentos, recordó que todos los servicios públicos funcionan mal. “Mire todo lo que se demoran en recoger la basura, y los apagones que nos obligan a cocinar a leña, pues ni gas hay. Da miedo tanta soledad en la calle, y no por la inseguridad, ni siquiera por la cuarentena, sino por lo brava que está la situación”, manifestó.

Sin patrimonio cultural

Transformación de la urbe, sentida con más fuerza en este año de pandemia, a tal punto que a muchos, a quienes la cuarentena a duras penas les ha permitido salir de sus casas, pareciera que de un día para otro les cambiaron la ciudad, una ciudad donde todo se cobra en pesos, donde los lugares más concurridos son ya extraños al no contar con la afluencia de personas de otrora, al exigir tapabocas y la aplicación de sustancias antisépticas para ingresar a ellos, o cumplir distintas funciones económicas y/o sociales, cuando no, sencillamente, estar clausurados.

Si no fuera por ciertos hitos arquitectónicos y culturales, que aún guardan cierto significado histórico para nosotros, estaríamos totalmente desorientados. Hitos que sufren el olvido mucho más; pero que al capturaros a un golpe de vista nos ubican sobre el mapa emocional de San Cristóbal.

Sobre ese tema ha sido reiterativa la posición del Museo de Artes Visuales y del Espacio y cuando es posible su directora, Belkis Candiales, asume la vocería al respecto.

—Los sancristobalenses –sostiene Candiales—desconocen su historia. No tienen sentido de pertenencia. Eso es grave, porque se borra parte de esa memoria que es básica. La parte educativa, con nuestros liceos y universidades, no contribuye a fortalecerla. La identidad para mí es muy importante, y también el sentido de pertenencia, porque es como cuando tú estás en casa, y si la cuidas, la limpias, la mantienes, te provoca desenvolverte en ella. San Cristóbal está muy abandonada por sus hijos.

Ese enaltecimiento de la memoria colectiva podría comenzar por la recuperación del casco histórico, el epicentro de la fundación de San Cristóbal, como tradicionalmente, a cargo de Juan Maldonado, aunque pudiera ser que ese 31 de marzo lo que haya ocurrido sea la toma simbólica, en nombre de la monarquía española, de algún asentamiento indígena que se encontrara en el lugar.

Desentrañar este misterio, como cientos más que envuelven a la capital tachirense, es materia pendiente para muchos investigadores, aunque mucho se ha avanzado por la investigación desarrollada por J.J Villamizar Molina, Aurelio Ferrero Tamayo, el actual cronista de San Cristóbal, Luis Hernández Contreras; monseñor Edmundo Vivas y Anselmo Amado, así como el equipo de Arquitectura de la Unet, entre otros. A una parte de esa indagación, acompañada de imágenes y notas hemerográficas, puede accederse a través de las redes sociales, en las cuentas de @Cronista_sc y Retazos Históricos del Táchira.

—Desde ya hace décadas -continuó Candiales- se ha puesto en consideración del municipio un proyecto para la conservación del casco histórico de la ciudad, conocido por la Alcaldía y el Consejo. Tampoco hay políticas del Ministerio de la Cultura, ni hay leyes nacionales que se aboquen al respecto. También la empresa privada está en la obligación de dar su contribución, si tenemos en cuenta que en el embellecimiento de la ciudad se puede fomentar una economía turística. La gente que viene de otros lados te dice: “yo quiero ir a los museos y los puntos más característicos”, y realmente hay muy poco para mostrar, y no hay una señalización para orientar a los visitantes.

Construida entre todos

Por ser su cumpleaños en números redondos, debería ser merecedora de una gran celebración; pero la misma se suspende por varias razones.

La primera es que el régimen de cuarentena mismo impide los actos oficiales o cualquier tipo de aglomeración de personas, con motivos solemnes o festivos. En segundo lugar, el ánimo general no se presta para andar en jolgorios, ofensivos para quienes la pandemia ha sometido a rigores financieros, y mucho más para quienes fueron tocados directamente por ella, sometiéndolos a difíciles procesos de recuperación, o peor, sembrando el luto en sus hogares.

Se puede decir que es una ciudad que a nadie le duele, más que por indolencia, por el hecho de que el dolor se lo hemos reservado a las infaustas novedades diarias. Una ciudad que podríamos redescubrir, aprovechando su despejado tráfico, si no fuera porque un mórbido e invisible fantasma la recorre, cuya terrible presencia muchos han sentido en su cuerpo.

Uno de los que pueden dar cuenta de cuán real es la amenaza viral es Eymar Fuentes, figura de los medios, quien siempre que se pone al frente de un micrófono o una cámara no ha dejado de manifestar las luces y sombras de la ciudad.

Para Fuentes, múltiples factores, como la migración desde diversos municipios, y la movilidad de personas que deben desplazarse a la capital por muchas razones de orden laboral, entre otros, han contribuido a un crecimiento demográfico que no se compadece con el poco desarrollo económico y de servicios públicos en general presente en la capital tachirense.

—Para mí, el debate político ha contribuido para que San Cristóbal -afirmó fuentes- esté estancada, en una situación que ni pa´lante ni pa´atrás. Nuestra municipalidad está de manos atadas por muchas situaciones, sobre todo por la falta de recursos, y muchos proyectos se ven obstaculizados por la lucha política, y es muy complicado que una ciudad progrese. La ciudad puede crecer en habitantes, pero cómo le hacemos si viven en la marginalidad, no tienen los servicios públicos y salud adecuados.

Más que una responsabilidad a uno u otro funcionario, o una u otra tolda política, lo que preocupa al comunicador social lo constituye el clima general de juego trancado, donde resulta difícil decidir sobre asuntos claves, como el aseo urbano o el evento central de la ciudad, la Feria de San Sebastián.

—Obras de vialidad y de envergadura, aquí no volvieron a hacerse. Desde el ‘Cura’ Calderón, con el par vial y el complejo deportivo que se construyó hace ya unos años. Aquellas obras de envergadura no volverán, y tal vez jamás; al contrario, vivimos una calidad de vida en deterioro, con servicios básicos como la luz, el agua y el gas, mermados. La gente está sobreviviendo, mientras el comercio hace fuerzas para no cerrar. Porque lo que hacemos, los que nos hemos quedado, es aguantar.

Freddy Omar Durán