Como usuarios afectados por lo que consideran altos costos del servicio público del agua, un grupo de comerciantes y residentes de Táriba, municipio Cárdenas, reiteraron en La Nación Radio y Diario La Nación, su insatisfacción ante las respuestas dadas por el presidente de Hidrosuroeste, Arquímedes Uzcátegui, a sus requerimientos.

Freddy Omar Durán

El día martes los denunciantes hicieron su reclamo ante la sesión del parlamento regional, y en el mismo insisten en que las tarifas del servicio que se pretenden cobrar en nada se compadecen a una crítica situación país, y que más que estimular los emprendimientos necesarios para la economía nacional, los están desmotivando.

Omar Ontiveros, Nubia Blanco, Kelly Soto, Carlos Colmenares y Jorge Mora se hicieron portavoces de un clamor que consideran generalizado entre una población, no tanto por los aumentos, que en ningún momento contradicen, sino por los montos y reiteraciones en los mismos, así como los modos en que estos son calculados.

Si bien fueron atendidos y recibieron respuesta de parte del presidente de Hidrosuroeste, Arquímedes Uzcátegui, para los denunciantes no han resultado suficientemente convincentes, pues la misma identifica la medida como una decisión unilateral del poder central en Caracas.

— Hidrosuroeste no sabe aquí cómo se fijan las tarifas, y al respecto los ciudadanos tenemos derecho a ser informados, y el derecho de participar en discusión y aprobación de esos criterios antes de ser decididos por el Ejecutivo ¿Dónde está el protagonismo y la participación ciudadana proclamados por la Constitución Bolivariana?— demandó Ontiveros.

Para Nubia Blanco, los ingresos que reciben tanto trabajadores como emprendimientos no se equiparan a los grandes montos a los cuales pueden llegar al cobrarse el servicio del agua, y menos cuando el poder adquisitivo se va mermando cada día más.

— La idea no es que solucionen solamente mi caso, y ya y no me quedé callada; porque yo no puedo quedar bien, sabiendo que a mis espaldas, hay mil personas que sufren lo mismo y están desinformadas, y otros que ni saben cuánto deben, ni se empeñan en saberlo porque no tienen ni para comer— subrayó Blanco.

Para Kelly Soto, como comerciante, la escalada de aumentos en el transcurso de un año ha sido de aproximadamente 300 %, y que en nada refleja el consumo específico en cada hogar, pues casi se ha establecido como tarifa plana, aplicada sin criterios claros:

“Se nos cobra por una cantidad de agua que no utilizamos; no tenemos medidores, porque nos lo han robado, y son tarifas planas que no se corresponden al consumo real. Un local que tiene un solo baño, y un solo trabajador, imposible que vaya a pagar 1.570 bolívares en un mes, que llevados a pesos son 300 mil pesos mensuales. Nuestros ingresos no dan para eso. Muchas personas aún teniendo medidores, no les son tomadas en cuenta las lecturas, porque les cobran esa tarifa plana”.

Carlos Colmenares se refirió a lo manifestado por un oyente del programa de Capacho, Al Momento, con la periodista Fabiola Niño, quien aseguró que incluso pagar camiones cisternas para una comunidad entera salía más económico por hogar que pagar el suministro del agua vía acueducto:

“No conocemos fundamentos, solo argumentos y explicaciones en los que se basan para cobrar estas tarifas. En Colombia se paga un promedio del 30 % del salario mínimo entre agua, gas y electricidad”.

Insistió Jorge Mora que lo que se quiere es pagar con mucha consciencia, y que se pueda cobrar a partir del consumo que normaliza la gente, y para ello en cada hogar se necesita el funcionamiento idóneo de su respectivo contador. Sin embargo, al consultar a Hidrosuroeste el costo de los mismos, no se le confirmó un precio determinado, ni tampoco se precisó la capacidad real operativa en personal y equipos para los operativos para instalarlos.

—Si Hidrosuroeste es un ente del estado Táchira, ¿por qué están enviando los montos de las tarifas desde Caracas? Es algo ilógico. Se comenta que el Gobierno, a estas instituciones como Cadela, Cantv, los sacó del presupuesto nacional, y les dijo: “Señores, ustedes producen dinero, ustedes produzcan dinero para todos”; pero no calculan la situación económica del venezolano, cuyo sueldo mínimo no alcanza para nada– anotó Mora.

Cuando se comparaba el costo de vida de Venezuela frente al de otros países, siempre los servicios públicos parecían darle la ventaja a nuestro país. Soto cree que esa fantasía ya está llegando a su fin. Los denunciantes hicieron un cálculo de lo que en promedio se consumiría en un local y lo que por litro se pagaría, y ni aún así sus números se elevan a la altura de los que aparecen en los recibos de Hidrosuroeste.

— En Colombia se pagan servicios; el agua es completamente potable. Un comercio en Bucaramanga en estrato 4 –un estrato medio- gastando un mínimo de agua, cancela alrededor de 75 mil pesos mensuales, y es imposible que en Venezuela queramos hacer lo que se cumple en otros países cuando primero, el servicio no es igual, y paga lo que el medidor dice, y si usted gasta más paga más; y en segundo lugar, ese mismo local en las mismas circunstancias podría estar pagando 300 mil pesos. Si usted como comerciante estuviera llenándose los bolsillos, yo creo que ningún comerciante se quejaría— expresó Soto.

Omar Ontiveros explicó que hay una jurisprudencia de mayo de 2004 emitida en sala Constitucional, que confirma el derecho que tienen los usuarios a ser consultados sobre la elaboración de los criterios para establecer las tarifas, amparado por la Carta Magna, y que el funcionario que pase por alto el mismo debería ser sancionado por la ley.

 

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