Reportajes y Especiales

La muerte de Ruiz Pineda

16 de octubre de 2023

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Víctor Matos

Se cumplen, el sábado 21 de octubre de 2023, 71 años del asesinato del reconocido mártir de la democracia en el país, Leonardo Ruiz Pineda, por parte de los esbirros de la Seguridad Nacional que comandaba el siniestro Pedro Estrada, durante la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez.

Una balacera lo dejó sin vida en San Agustín del Sur, Caracas, durante la resistencia contra el régimen de la Junta Militar, responsable del vil crimen del líder de Acción Democrática, doctor en Ciencias Políticas, periodista, escritor, militante y pieza clave de la Junta Revolucionaria que marcó luego la caída del gobierno perezjimenista.

Sobre el joven dirigente, secretario general de AD en la clandestinidad, el presidente de su partido, Rómulo Betancourt, expresó:

“Para que su vida fuera un símbolo, el destino lo consumió en la hoguera de la plenitud de sus años mozos. Leonardo dejó de ser un luchador aguerrido y polémico para convertirse en una bandera, en una voz de reclamo, en un camino, que son formas superiores de lucha. Pero ante todo, su vida y su mensaje deben constituir motivo de meditación. En tiempos de prosperidad material, de hipertrofia fiscal y de fáciles riquezas crece el valor dramático de estas vidas que se entregaron sin condiciones, que reclamaron justicia sincera y quisieron hacer de la democracia no la farsa al servicio de los de siempre, sino un auténtico instrumento de liberación para las mayorías desposeídas”.

En la fecha fatídica, cuatro hombres acostumbrados a vivir peligrosamente en la clandestinidad se desplazaban esa noche en un Chevrolet Belaire color verde desde Puente Hierro hacia el este de Caracas. Uno de ellos es Leonardo Ruiz Pineda. Atraviesan las vías de San Agustín del Sur sin saber que vienen siendo perseguidos por dos agentes de la Seguridad Nacional en una motocicleta.

En cuestión de segundos, a las ocho de la noche, se produce el encuentro. Los cuatro hombres se bajan del vehículo mientras una andanada de disparos estremecen el ambiente. Un cuerpo de traje marrón se estrella de pronto contra el asfalto y rueda unos metros. Es el cuerpo sangrante de Ruiz Pineda, quien expira con una bala atravesada en su cabeza que acaba con la vida del tachirense, que para el aciago momento contaba con 36 años de edad.

Desde muy joven, este ejemplar político había dado muestras de coraje. Siendo estudiante de Derecho en la UCV, militó clandestinamente en el Partido Democrático Nacional (PDN) y en 1941 creó el diario Fronteras, fundado en San Cristóbal, su tierra natal.

La versión oficial del terrible atentado señala que el propio director de la Seguridad Nacional, Pedro Estrada, acudía a lo que horas antes del hecho se había producido: un enfrentamiento que puso en peligro la vida de sus dos agentes que se vieron obligados a repeler al grupo que consideraban una docena de activistas políticos que luego se dieron a la fuga dejando en el pavimento al hombre considerado la cabeza de la resistencia: Leonardo Ruiz Pineda.

La tenebrosa Seguridad Nacional

asesinó a decenas de perseguidos

Pedro Estrada, director de la Seguridad Nacional durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.

Durante la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, el Estado contó con un brazo investigador y de castigo que tuvo por nombre la SN, Seguridad Nacional, que persiguió de manera inmisericorde a los adversarios políticos del régimen, como eran los miembros y dirigentes de los partidos Acción Democrática y Partido Comunista de Venezuela.

Al frente de este departamento represivo, puso a dos hombres siniestros como lo fueron Pedro Estrada y Miguel Silvio Sanz, quienes lograron la reclusión de más de ochocientos venezolanos en un campo de concentración ubicado en Guasina, en el Delta del Orinoco, en donde se practicaba como método sistemático la tortura, la desaparición forzada y hasta se aplicaba la llamada “ley de fuga” al simular huidas contenidas a tiros de metralla como métodos sistemáticos de interrogatorio a quienes tildaban de enemigos del Gobierno.

A esta pareja se le atribuyen los asesinatos de connotadas figuras políticas de la oposición como lo fueron Castor Nieves Ríos, Alberto Carnevalli, Antonio Pinto Salinas, Luis Hurtado Higuera, y sobre todo Leonardo Ruiz Pineda.

A la caída de Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958, ya Estrada había sido destituido diez días antes, por lo que se fugó a España y luego se residenció en Francia, en donde murió el 11 de agosto de 1989, dejando una estela de dolor en muchas familias venezolanas.

Lo sustituyó por pocos días el coronel tachirense Teófilo Velasco, quien ordenó la libertad de los presos políticos, entre ellos sacerdotes, militares, escritores y miembros de AD y del PCV que luego fueron factores de la construcción democrática bipartidista que duró cuarenta años en el país.

Víctor Matos

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