Sucesos
Niño que desapareció en La Ermita fue hallado en un barrio de Cúcuta
2 de octubre de 2021
Desde la mañana de este miércoles se conoció que un niño de 13 años de edad había desaparecido de su casa, en el sector La Ermita, de San Cristóbal, por lo que los organismos de seguridad, sobre todo en la frontera, se activaron ante la posibilidad de que intentaran sacarlo del Táchira.
Quienes se lo llevaron, a espaldas de padre, fueron rápidos y lograron cruzar con Manuel Alejandro al vecino país, mientras su padre, Manuel Tapias, comerciante residenciado en La Ermita, sucumbía ante el dolor y la angustia, por desconocer el paradero de su hijo, con el que, hasta media hora antes que advirtiera su ausencia, estuvo jugando.
Contó Tapias que, tras su divorcio de la madre del niño, ella se fue a Colombia y se lo llevó con ella. Estuvieron viviendo en casa de la abuela materna, en el barrio 13 de Marzo, en San Martín, Cúcuta.
Ella tenía su custodia; sin embargo, una vez Tapias se enteró que su exesposa se había ido a Chile, hace poco más de un mes, se lo trajo de Cúcuta e inició los trámites ante los tribunales del Táchira para dejar constancia que lo tenía bajo su tutela, en razón que la madre migró y él es su padre biológico y legal.
Este miércoles, cerca de las 10:30 de la mañana, luego de que él jugara con el niño, se dedicó a atender la pescadería de su propiedad, que funciona en la misma casa. Creyó, erróneamente, que estaba jugando con otro niño, dentro de la vivienda, de dos plantas.
Una vez se percata que Manuel Alejandro no estaba, comenzó el viacrucis. En su carro recorrió la zona, pero no lo halló, y entonces empezó a difundir la información en las redes sociales.
Al revisar las cámaras de seguridad, observó el momento en el que Manuel Alejandro salió de la casa y cruzó la esquina, donde se supone que alguien lo esperaba, situación que agudizó su incertidumbre.
Ya en la tarde, después de las 2:00, gracias a los ‘flayers’ que difundió, alguien le informó que creyó ver al niño en la casa de la abuela materna, en Cúcuta.
Sin pensarlo dos veces, el comerciante viajó a Cúcuta y al llegar a la casa de la abuela, en compañía de la Policía de Colombia, comprobó que su hijo estaba allí, y aunque asegura que lo vio de lejos y quizá un poco intimidado, Tapias respiró con tranquilidad, al saber que estaba bien.
A pesar de todo esto, el comerciante no pudo regresar al Táchira con su hijo, por cuanto la abuela alegó que la madre del niño le dejó un documento para que fuera ella quien se encargara de él, razón por la cual la Policía no pudo hacer nada, argumentando que las leyes colombianas son distintas a las venezolanas.
Sin embrago, Tapias está consciente de que llevarse al niño, como lo hicieron (hasta ahora se desconoce quién lo hizo), es un delito, es un rapto; y con base en eso y en la intención de cuidar y criar a su hizo, seguirá tramitando su custodia ante los tribunales de Menores del Táchira y comenzará a pelear su tutela en Bienestar Familiar de Colombia.
“Le hago un llamado a la señora jueza que lleva el caso de mi hijo Manuel Alejandro. Como padre, le pido que tenga consideración y revise el caso de mi hijo, a quien la mamá lo dejó abandonado y lo dejó en casa de la abuela. Yo quisiera que, ya que el niño no se encuentra en manos de la madre, sino de terceros, revisara el caso en detalle y decida lo que sea mejor para él”, pidió textualmente el padre, Manuel Tapias. (Miriam Bustos)