Fiscalía investigará y sancionará a hermanos García por «escabrosos hechos» en El Hatillo
7 de mayo de 2024
Han pasado 12 meses desde que ocurrió el accidente de tránsito donde murió Andrea Navas. El responsable de su muerte sigue en libertad. Claudio Navas, padre de la joven, no ha parado de luchar y hoy hace un llamado al fiscal Tarek William Saab y al gobernador del estado, Freddy Bernal, para que escuchen su clamor de justicia
Jhoana Suárez
Pasaban las 10 de la noche del 16 de diciembre de 2022, cuando Andrea Claribeth Navas Zambrano, de 22 años de edad, se trasladaba como parrillera en una moto Águila, color rojo. Se dirigía a su casa ubicada en San Rafael de Cordero, junto a su novio, Johandry Mendoza, de 25 años. Sin esperarlo, la pareja fue embestida por un vehículo que invadió su carril a la altura de Las Vegas de Táriba, en el municipio Cárdenas.
El cuerpo de Andrea habría golpeado el parabrisas del vehículo y habría caído al pavimento con lesiones severas, que le causaron la muerte de forma inmediata. El conductor de la moto resultó con politraumatismos generalizados y fractura de la rodilla derecha, siendo trasladado al Hospital Central minutos después.
Claudio Navas, padre de Andrea, recuerda ese día como si lo hubiese vivido ayer. Contó que su hija había salido de su trabajo en un local por los alrededores de la Plaza Bolívar, fue a visitarlos y salió rápidamente para su casa en la vía que conduce a San Rafael. “Le iba a decir que se quedara a comer, pero no hubo chance porque salió apurada y como siempre, tomó su suéter rojo, nos abrazó y se fue”.
Eran las 11 de la noche cuando sonó el timbre de su casa, era su hermano: “Yo me asusté, y cuando bajé a abrirle, mi hermano me dice que Andrea había tenido un accidente. Yo le dije: ‘Qué le pasó’. Me dijo: ‘El chamo está en el hospital y Andrea en Las Vegas de Táriba’. Ahí supe que mi hija estaba muerta, porque si hubiese estado viva la hubiesen llevado al hospital”.
De inmediato, se trasladaron hasta el lugar del accidente, y lo primero que pudo ver es el vehículo Renault Megan y la moto en partes. El cuerpo de Andrea ya lo habían recogido en una sábana y lo trasladaron en un vehículo particular al que le pidieron la cola y lo llevaron hasta la comandancia de la PNB de Táriba. Con su voz entrecortada, Claudio recordó que vio a su hija en una tolva envuelta en una sábana, con la orden de no tocarla. “Ahí me quebré y le dije a Dios toma mi vida y devuélvesela a ella”, confesó en medio de lágrimas.
En ese momento, le dijeron que había un detenido, pero en medio de todo el shock no entendía lo que sucedía: “Estaba consternado por todo lo que sucedía y recuerdo que llegó un supuesto testigo en una Hilux doble cabina color verde, que dijo que había visto como un Machito había golpeado la moto y esta posteriormente se estrelló contra el Megan, pero nadie prestó mucha atención”.
Andrea fue trasladada a la morgue del Hospital Central y el cuerpo fue entregado a finales de la tarde del día siguiente. El domingo 18 de diciembre fue enterrada en el Jardín Metropolitano de El Mirador y ese lunes se dirigió a la PNB de Táriba y conoció al imputado, quien aseguró que el conductor del Machito era quien había atropellado a su hija y que él solo iba por su vía regular y vio que el motorizado perdió el control de la moto y se chocó contra él.
“Me dijo que el motorizado solo iba con el volante en la mano, porque la moto estaba destrozada y mi hija venía colgando atrás, ya venía muerta. Me dijo que había tratado de esquivar, pero la moto se estrelló con él y no pudo hacer nada. Y yo en medio de esa situación no sabía qué creer, pero le creí. Ese día lo llevaron al tribunal, le pidieron un fiador y ese fiador fue su jefe y salió en libertad. Yo no sabía en ese momento que todo había sido un show porque él en verdad era el culpable”, reseñó Claudio.
En ese instante, se comenzó a buscar el supuesto Machito que había embestido a Andrea y todos estaban enfocados en el Machito, blanco, sin placas. “Yo mismo me fui a buscar videos y hacerle seguimiento al Machito, y el último video que se consigue fue en Capachito, vía El Junco”.
Claudio inició su propia investigación porque no contó con el apoyo que requería de las autoridades. Aseguró que no hubo una presión para conseguir los videos en los negocios que rodeaban el lugar del accidente: “Todos sabían dónde estaban los vídeos, pero nunca los fueron a buscar. Yo hablé con la fiscal y le dije dónde estaban los videos, pero no me hicieron caso”.
Cuando Claudio acudió por su propia cuenta a buscar los videos, les dijeron que ya se había borrado, porque habían pasado casi dos meses del accidente, pero la persona le había guardado el video de ese día y se lo hizo llegar, y gracias a ese video Claudio y su familia pudieron saber quién era el verdadero culpable.
Aunque los videos fueron presentados al Ministerio Público y allí aceptan que el verdadero culpable es el conductor del Renault Megan, pasa un mes y no hicieron nada, y cuando Claudio se acerca a preguntar, le dicen que necesitan encontrar al Machito para cerrar el caso.
El video
Claudio detalló que en el video se ve claramente al Renault Megan bajando a una velocidad que superaba hasta tres veces la permitida y lo hace en contravía, y se ve que venía haciendo piques con el Machito. “Una testigo que declaró en el Ministerio Público, aseguró que ella venía bajando esa noche por la picadora y el vehículo Megan la pasó y venía a tal velocidad que movió su carro, y detrás de ese venía el Machito, venían compitiendo, venían picando. Y cuando ella vio el accidente, entró en una crisis de nervios”.
En el video, recalcó Navas, se puede ver a la moto subiendo y al Megan bajando por el canal de subida, y luego impacta de frente la moto y el carro incluso queda montado sobre la acera, pegado a las casas. “El golpe que tiene el carro en su parabrisas, es porque mi hija se golpea contra él. Mi hija tuvo fractura de rodilla derecha, se desencajo de la caja torácica, ella se desnuco, fue algo muy trágico”.
Relató que aunque el conductor del vehículo, quien trabaja en una emisora reconocida en la región, al parecer no tenía alcohol en su organismo, es algo que todavía pone en duda. “Porque era un viernes 16 de diciembre y el hombre venía de una celebración donde había una licorería y una hamburguesería, es muy difícil que no haya venido tomado, pero además de ello iba a alta velocidad. No tengo las pruebas, pero tengo la seguridad de que ahí se movió algo”.
La Fiscalía, destacó Claudio, nunca investigó al conductor, nunca llegó hasta el lugar de donde venía este hombre, nunca se hizo énfasis en si venía a alta velocidad, porque venía en sentido contrario, lo único que hizo fue buscar el Machito.
“Uno se siente vulnerado porque ha pasado un año, hay dos responsables de la muerte de mi hija, uno lo pasan como víctima y al otro lo imputan por un crimen menor y han pasado 4 meses y el hombre no se ha presentado ni la primera vez, porque el tribunal de control no ha tomado el caso, entonces aquí yo veo una injusticia”, añadió.
Testigos
Al momento del accidente hay muchos testigos, dijo Claudio, pero a ninguno de ellos se les llegó. Señaló que él pudo llegar a la señora que grabó el video cuando su hija estaba en el pavimento, y aunque ella no pudo ser testigo, su hija sí fue al Ministerio y contó todo lo que había visto. “Pero cuando ella sale de rendir declaraciones, aseguro que la habían tratado muy mal y desde entonces no quiso volver a contestar el teléfono”.
Insistió en que pese a las declaraciones de los testigos, la Fiscalía seguía detrás de un Machito que hasta la fecha no ha aparecido. “En un momento, se mencionó que el vehículo pertenecía a algún ente gubernamental, y aunque no fue el culpable del accidente, venía compitiendo con el vehículo responsable. Y yo no voy a competir con una persona que no conozco, todo indica que los conductores de ambos vehículos se conocían y ninguno va a señalar a nadie como culpable”.
El novio de Andrea, en un primer momento aseguró no haber visto nada porque fue encandilado por unas luces, pero días después habría dicho que sí fue chocado por un Machito que lo hizo estrellarse contra el Megan.
“Este hombre también es responsable de la muerte de mi hija, porque él también iba a alta velocidad, salió positivo al alcoholímetro y no se cercioró de que mi hija llevara el casco puesto. Ese muchacho debió estar detenido 45 días por investigación, pero nunca lo estuvo, fue tratado como víctima. Al parecer no pudo comparecer porque estaba de reposo, pero a los días de lo ocurrido se fue de vacaciones con su familia”, añadió.
Impotencia
Claudio, su esposa y su pequeño hijo de 8 años, se sienten vulnerados. Aseguró que ninguno de ellos ha recibido atención psicológica y ha visto como este hecho ha impactado en su hijo, quien aún extraña a su hermana, cómo ha afectado la salud emocional de su esposa y cómo le ha cambiado su vida para siempre.
Claudio, cargado de impotencia, clama por justicia, porque lo ocurrido con su hija no fue un accidente, este señor bajaba a alta velocidad e invadió el canal contrario y Andrea muere por esta imprudencia.
El clamor de un padre
Claudio aprovechó para hacer un llamado al Fiscal General, Tarek William Saab, para que preste atención al caso de Andrea Navas y lo reabra, porque a la fecha no hay nadie detenido por la muerte de una joven de 22 años: “Tengo un año tratando de comunicarme con él y no he podido, pareciera que el caso de mi hija fuera invisible. Señor Fiscal, por favor, usted es responsable de la justicia en este país y yo estoy buscando justicia”.
También, reiteró el llamado al gobernador Freddy Bernal, con quien tuvo la oportunidad de conversar durante un programa de Reporte Bernal. “Él quedó en llamarme, y han pasado 6 meses y todavía no me ha llamado”.
El sueño de Andrea
Andrea Navas tenía 22 años, cursaba el tercer semestre de Contaduría Pública en la Universidad de Los Andes. Su sueño era graduarse como profesional. Tenía su propio emprendimiento de cejas y pestañas, incluso había abierto un Instagram para mostrar su trabajo. En los tiempos libres ayudaba a sus padres en el puesto de venta de perros calientes. Andrea era la hermana mayor, su hermanito de 8 años era su fiel compañero.
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