Juan José Contreras
Estudiantes de Medicina de la Universidad de Los Andes-Táchira hacen parte de la muestra en una investigación que se lleva a cabo desde su alma máter en Mérida para evaluar la calidad del sueño durante la cuarentena.
Desde la Facultad de Medicina de la Universidad de Los Andes en Mérida, la estudiante de cuarto año de la carrera Paola Omaña es parte de la investigación que es asesorada por varios docentes de la instancia: la psiquiatra Rosa Márquez, la pediatra Nolis Camacho y el bioestadístico Joan Chipia.
El proyecto no abarca exclusivamente a los jóvenes ulandinos, es extensivo a todos los estudiantes de Medicina de las casas de estudios superiores del país. Se ha enviado la encuesta por varios grupos de la Federación de Estudiantes de Medicina de Venezuela a universidades como la Central de Venezuela o la del Zulia.
La estudiante de Medicina en la ULA-Mérida Paola Omaña manifestó que para la investigación se empleó el índice de Pittsburgh, que es una encuesta que ya está preelaborada y está validada, y justo se usa para determinar la calidad de sueño.
“La iniciativa fue una idea que surgió de la curiosidad científica de los estudiantes de Medicina tenemos, esto con la colaboración de los profesores que siempre han estado prestos a que la investigación se desarrolle dentro de la facultad”, explicó Omaña.
Hasta el fin del mes de mayo será el período de recolección de datos por medio del formulario digital empleado para la investigación. “A la fecha van más de 400 respuestas afirmativas sobre la afectación de la calidad del sueño, no solamente de las personas que tienen que cumplir con sus roles en el hospital, como las guardias, sino de estudiantes que no tienen horarios de clase que cumplir por la cuarentena”, señaló Omaña.
Sobre el sueño
Paola Omaña explicó que la higiene del sueño está comprendida desde que la persona se va a dormir, pasando por despertar y cumplir todo el ciclo de actividades del día, hasta la hora de volver a dormir nuevamente.
Es relevante tener una buena higiene del sueño. “Dormir bien es un hábito que es de suma importancia, es un gran aliado pero también puede ser una gran amenaza si no se descansa. Hay que cumplir con las horas adecuadas de sueño, en promedio una persona debe dormir alrededor de siete u ocho horas diarias, es esencial para cumplir con las actividades que se planteen durante el día”.
Para Omaña el estudio del sueño es importante y puede ser muy amplio porque hay varias patologías que están asociadas a ese cometido. “El sueño es fundamental para el funcionamiento óptimo del sistema inmunológico, bajo ese contexto su seguimiento es trascendente porque no dormir bien puede ocasionar que seamos susceptibles a enfermedades”.
Es conocido que dormir poco o no descansar satisfactoriamente a largo plazo puede ocasionar en el organismo el riesgo de colapso cerebrovascular, obesidad, el riesgo de sufrir diabetes, pérdida de la memoria o hasta alucinaciones y locura temporal, incrementa el riesgo de infarto de miocardio, entre otros.
“Ir a descansar a una hora adecuada, no utilizar dispositivos electrónicos por lo menos una hora antes de ir a dormir, hacer ejercicio con regularidad, la meditación, y llevar una dieta balanceada, son elementos importantes para que la higiene del sueño sea la indicada, se pueda cumplir con el requerimiento de las horas de sueño y que verdaderamente haya un descanso”, explicó Omaña.
“Lo ideal es que el sueño de la noche sea continuo, es el momento en que el cerebro toma una pausa, y eso es entre comillas porque el cerebro sigue despierto, funcionando, mandando señales a todo el organismo para que se mantenga en un equilibrio dinámico”, detalló Omaña. Indicó que las siestas son beneficiosas pero sin sobrepasar una hora diaria porque afectarían la rutina del sueño prolongado en la noche.
El estudio de la Universidad de Los Andes buscará identificar cuáles son las patologías más resaltantes sobre el tema y qué fue lo que más se desarrolló, qué fue lo que más afectó, qué fue lo que hizo que ese patrón del sueño cambiara. Generará las recomendaciones para que el proceso mejore para que se pueda afrontar alguna futura crisis de la mejor manera.