WhatsApp es el canal más usado para propagar noticias falsas, que en muchas ocasiones son más creídas que los desmentidos oficiales o de los medios de comunicación social
El estado Táchira, en la frontera con Colombia, tiene dos puntos álgidos informativos de vieja data: la gasolina, por la escasez cíclica que desde hace 20 años se presenta y el cierre o apertura de la frontera, que desde el 2015 genera tanto incertidumbre como expectativa. Y este 2021, al segundo año de pandemia, se le agrega el de las vacunas contra la COVID-19; tan escasas como anheladas.
Gasolina, frontera y vacunas contra la COVID-19, conforman la trilogía de fake news o bulos que más circulan en este estado fronterizo por redes sociales y sobre todo por el chat de la mensajería telefónica WhatsApp, quizás por ser la más masificada y de mayor propagación de información.
“Aunque el fenómeno de la elaboración y difusión de contenido manipulado no es nuevo, sí ha cobrado más importancia en los últimos años con la masificación de las plataformas digitales”, tal y como lo sostiene el periodista y ensayista Jean-François Fogel.
No hay gasolina, hay censo
––Ahora sí se acabó la gasolina. Que no habrá combustible para el Táchira por una semana––; lee en voz alta desde su ya viejo Alcatel, el mensaje que le llegó a Antonio Sánchez.
––Y qué más dice, Antonio. Porque mañana por número de placa me toca echar gasolina. Pensaba irme a las 4 de la mañana–– responde automáticamente su amigo Pedro Chacón y además colega conductor.
––En este mensaje que me llegó, y es cierto, porque me lo envía el compadre Lucho, dice que ya no habrá gasolina. Para nadie, compadre–– explica Antonio Sánchez, mirando la pantalla de su celular.
Como este diálogo son muchos los que en la geografía tachirense se dan avanzada la noche, ya que desde hace meses se informa en la madrugada qué carros surten gasolina, según el terminal de la placa.
Esta vital información se publica en las redes sociales oficiales, corren de chat en chat y en las redes sociales de medios y particulares por Twitter e Instagram, y se viraliza en minutos.
Igualmente surgen falsas noticias, que indican que no hay gasolina, que se hará un censo para obtener el tag –dispositivo necesario para surtir gasolina en Táchira y que tiene años que no se hacen operativos para dar nuevos- o cualquier otro tema, que por lo sensible y álgido del tema se masifican y luego las cuentas oficiales y medios deben desmentir, muchas veces sin éxito: el colectivo cree en el primer mensaje recibido, es decir, el falso.
El canal usado para enviar y recibir informaciones sobre la gasolina es el chat de WhatsApp, el mismo por donde circulan las falsas noticias que confunden a las personas.
“El propósito es causar confusión. Llega un punto en el que las personas ya no saben qué es cierto y qué no. Y después, ya ni les importa”, así lo analiza la especialista Patricia Campos Mello en Brasil.
Con este tema de la gasolina en el Táchira se cumple lo afirmado por Campos Mello: el colectivo cree más en la noticia falsa, que en el desmentido oficial.
“Los medios y periodistas no dicen la verdad, están comprados”, espetan muchas veces, quienes consumen, masifican y se quedan con la información falsa.
Abrieron la frontera
Desde el año 2015, saber si la frontera está abierta o cerrada, si se cruza por los puentes binacionales que unen a Venezuela con Colombia, es una información importante no solo para los tachirenses, sino para toda Venezuela, en vista de la cantidad de personas que llegan de otros estados.
Así como hay una sed de información sobre la frontera, abundan los bulos, sobre todo en las últimas semanas, cuando Colombia anunció que a partir del primero de junio del año 2021 abriría el paso binacional.
Pese a que Venezuela desde un momento dejó claro que esa sería una decisión unilateral, las redes sociales y chats se coparon de la información del mes: se abre la frontera.
“Abrieron la frontera”, “No abrirán la frontera”; con estos enunciados circularon por las redes sociales, fakes news sobre la apertura del paso fronterizo colombo-venezolano. Igualmente abundan a diario informaciones sobre las restricciones para pasar por el canal humanitario, que está abierto para temas de salud.
En torno a la frontera también abundan informaciones sobre el cierre de las trochas o caminos verdes, por donde pasan decenas de personas diariamente a Colombia ante la imposibilidad de hacerlo por las vías formales y seguras. Este tipo de mensajes son vitales para quienes a diario tratan de cruzar al vecino país.
“Nos dijeron que la frontera estaba abierta. Que hoy la abrían”, se escuchó declarar en San Antonio del Táchira a varias personas que madrugaron el martes primero de junio, cuando se dijo que Colombia abriría la frontera, mas Venezuela no. Colombia lo hizo la madrugada del martes 2 de junio, pero igualmente no hay paso por el puente internacional “Simón Bolívar”, porque Venezuela no lo hizo.
Mañana vaya a vacunarse
––Usted ha sido seleccionado para vacunarse. Verifique su número de cedula y espere que se le indique el lugar donde debe acudir––. Con alegría leyó el mensaje María Useche, en Capacho Nuevo, Táchira.
En un momento de incertidumbre en el que no hay vacunas para todos, que su cédula de identidad aparezca en una lista –circulada también por el chat de WhatsApp y por Twitter, es un alivio.
La alegría de María Useche, y por lo menos otras 99 personas, feneció el mismo primero de junio, cuando la autoridad única de Salud en el Táchira, doctora Amelia Fressel, desmintió y aclaró que cualquier anuncio sobre el tema se hace por mensajes de texto y no por otra red social.
Igualmente circularon en el estado Táchira, la segunda semana de junio de 2021, mensajes donde decían que luego de las dos de la tarde estarían vacunando contra la COVID-19 en la casa central del PSUV; duramente la mañana había movimiento de personas en la sede. Mensaje que fue desmentido. Lo que allí se efectuaría era la inscripción de nuevos militantes del partido de Gobierno nacional.
En este mes de junio, el tema de las vacunas contra el coronavirus ha sido el nicho perfecto para los bulos y ha hecho que personas se movilicen hasta sitios donde dicen que las están aplicando, siendo totalmente falso.
Pese a que los medios de comunicación formales en el Táchira desmienten e informan a través de fuentes oficiales sobre el tema, las personas se guían por lo que les llega a través de sus dispositivos móviles.
Magdalena Browne y Ricardo González, de la Escuela de Comunicaciones y Periodismo, Universidad Adolfo Ibáñez –Chile- en un artículo sobre el tema, expusieron:
“El consumo de desinformación tiene implicancias en la toma de decisiones de las personas y, en particular, en un aspecto tan fundamental en estos días, como es adoptar las medidas de protección que eviten la propagación del COVID-19. Aún más, exponerse a información distorsionada puede afectar especialmente a los más vulnerables psicológicamente”.
Y se ha visto, incluso, que así como hay personas que esperan las vacunas, otras la rechazan de plano, en parte por tantos mensajes que les ha llegado que hablan de efectos secundarios y hasta muertes luego de inmunizarse; muchos de ellos falsos.
La Red de Periodismo Ético (EJN) tiene como concepto de información falsa o trucada: “Toda aquella información fabricada y publicada deliberadamente para engañar e inducir a terceros a creer falsedades o poner en duda hechos verificables”.
En este estado fronterizo aplica ese postulado. Se crea confusión y ansiedad con los temas más sensibles en la actualidad: gasolina-frontera-vacunas y se genera desasosiego en la población, que a diario espera noticias de los tres aspectos claves y vitales para el funcionamiento de la sociedad y que no en pocas ocasiones son bombardeados con noticias falsas.
- Trabajo publicado en