Economía
El Táchira: de la abundancia a la escasez en la Venezuela pospetrolera
24 de enero de 2022
El 23 de enero es sin duda el inicio de una nueva etapa histórica en el país. En el contexto político se inicia la confrontación de dos ideologías, Democracia Liberal y Socialismo Estatal, que subyace en el conflicto USA – URSS derivado de la Guerra Fría, que se prolonga hasta inicios de la década de los 90 con la disolución del Bloque Soviético con el Tratado de Bvelavezha-1991.
El doctor Dilio Hernández, director del Centro de Investigación y Análisis Prospectivo, CIAP,
comienza explicando que el país logró en los últimos cuarenta años del siglo pasado, período llamado democrático, convertirse en una sociedad moderna. Se transforma el modo de vida, los sistemas de cosmovisión, las formas de relaciones interpersonales y grupales, todo ello desde el acontecer modernizador.
Esta transformación, agrega, se debe a la crisis de la economía cafetalera, principalmente en los estados andinos; el surgimiento del petróleo, y, por ende, de una nueva economía, lo que da inicio a momentos de transformación de las estructuras políticas tradicionales y de organización social. El periodo que va desde 1936 a 1958 se debatió entre formas no republicanas y procesos sociopolíticos de gran importancia para la vida regional y nacional. En este sentido, es la generación del 28, la convergencia de nuevas ideas democráticas.
La gremialización, sindicalización y las luchas de las organizaciones partidistas, son hechos que juegan un rol significativo en cuanto a fuerzas sociales, que permiten alianzas entre diversos sectores de la vida del país para lograr su transformación. Dentro de este escenario político-social, se encuentra el Táchira, conformado en principio por familias campesinas, todas de un actuar coherente, y la mayoría de fe católica.
La tierra tachirense rinde una renta que se comparte con el comerciante de aquellos años, 1940- 1950. Para esa década, es la producción cafetalera, las labores agrícolas, difíciles todas ellas, las que cumplirán su cometido para la convivencia social.
La producción petrolera, que va desde La Petrolia en el Táchira, hasta el Barroso y el Zumaque en el Zulia, transforma el país. El estado Táchira continúa su rumbo definido en algunos aspectos y sectores que le definen sus relaciones fronterizas con Norte de Santander, en Colombia, relaciones que, desde luego, se definen inicialmente en el Tratado Pombo-Michelena.
La navegación de los ríos Orinoco, Meta y Caño Casiquiare explica las relaciones comerciales entre ambas regiones. Independientemente de las fricciones generadas, producto de estas relaciones, los lazos comerciales y de convivencia se mantienen y fortalecen y se va definiendo con el trascurrir de los tiempos, una sociedad fronteriza que no existe en otros países latinoamericanos ni europeos.
Los años 70 y 80
En este orden de ideas, señala Hernández, las décadas de los 70 y 80 permiten “consolidar” un intercambio comercial bien importante entre Táchira y Norte de Santander, y, por ende, entre Venezuela y Colombia, con efectos muy importantes para la región, en la primera década del siglo XXI, específicamente para 2006, según cifras que manejan las cámaras de comercio de la región.
Ese año, Colombia exportó 2.700 millones de dólares a Venezuela, y Venezuela, a su vez, simultáneamente exportó 1.498 millones de dólares a Colombia. Hoy la cifra no llega a 300 millones de dólares de intercambio comercial entre ambas naciones.
En 2006, Venezuela denuncia el Tratado que soporta la Comunidad Andina de Naciones y el país se retira de un mecanismo de integración importantísimo en América Latina y el Caribe. Ya antes, había denunciado el tratado del G3 (México, Colombia y Venezuela). De este modo se inicia “la pobreza” en cuanto a relaciones comerciales regionales y nacionales entre ambas naciones.
Decrecimiento económico
Hernández afirma que ello tiene tres efectos en la economía tachirense que, en los últimos 20 años, observa un profundo decrecimiento en su acontecer económico. El desmantelamiento de su infraestructura física, sus carreteras, puentes, tendido eléctrico, que afecta sus comunicaciones. La crisis de Pequiven afecta a los productores del campo tachirense.
Del mismo modo, la acelerada migración urbana y rural afecta la dinámica socio-económica del estado; se genera desempleo, que ronda cifras de entre 60 % y 70 %. El sector construcción padece de igual crisis, y la economía de servicios, casi que desaparece del acontecer regional.
En este sentido, los distintos factores de la vida en el Táchira, realizan esfuerzos en función de delinear acciones y estrategias necesarias para recuperar la geografía económica del estado y replantear nuevos horizontes y bienestar.
Sus universidades están solas, sus calles, carreteras y avenidas no tienen transeúntes, sus fincas productivas, están improductivas. Sólo se observa inseguridad, múltiples “alcabalas” y más de 300 trochas que comunican el Táchira con Norte de Santander, ante una precaria institucionalidad fronteriza.
Cuadro que muestra la evolución de los indicadores económicos en ambas etapas (BCV, Cálculos CIAP)
Año PIB Inflación Gasto Público
1958-1973 5.4 0,7 % 20.50
1974-1998 2.1 2.1 % 28.80
1999-2020 4.6 6.530% 34.77
Humberto Contreras