Regional
En Campo C exigen soluciones urgentes ante múltiples problemas
19 de febrero de 2025
El colapso de las redes de agua potable y servidas agudiza el peligro en la zona. Alrededor de 10 familias viven en riesgo potencial, 30 resultan afectadas directamente, y al menos otras 100 padecen los desmanes cada vez que es suspendida el agua potable por las frecuentes roturas de la tubería
Bleima Márquez
Fotos: Gustavo Delgado
Preocupados y en permanente estado de angustia viven los habitantes del sector Campo C, parte baja, en el municipio Capacho Nuevo. La comunidad se declara en crisis, por los múltiples problemas que amenazan la calidad de vida y la seguridad de los vecinos.
El miedo los invade. No les permite conciliar el sueño, ante el riesgo de perder sus viviendas, incluso hasta la vida. El problema, de acuerdo con los vecinos, lo causa el colapso de las aguas servidas que provienen de un hotel cercano, y las constantes roturas del tubo matriz de agua potable.
El equipo de prensa de Diario La Nación acudió al lugar y conversó con los vecinos. Ellos afirman que la situación ya existía desde hace algunos años, pero se agudizó, a partir de noviembre, por las constantes roturas del tubo matriz de Hidrosuroeste, que provocan una serie de problemas que van desde la interrupción del suministro de agua potable hasta el deterioro de la vialidad y de las viviendas, muchas de las cuales se encuentran en riesgo potencial. La situación empeora por el colapso del sistema de residuales. Además, la carretera nacional que conduce a la frontera se está hundiendo.
Agua potable que no llega
Las frecuentes averías del tubo matriz dejan con frecuencia a los residentes del sector sin acceso al agua potable, quienes se ven obligados a subsistir con un servicio deficiente.
La comunidad exige una solución definitiva y propone la instalación de una manguera que pueda soportar la presión del agua y la inestabilidad del terreno, en lugar del tubo que ha demostrado ser incapaz de resistir.
“Ya no queremos más pañitos de agua tibia”, exclaman los lugareños y reconocen que la hidrológica acude con su personal cada vez que ocurre una rotura, pero afirman que las reparaciones no son duraderas y temen las consecuencias del efecto del agua en el ya estropeado terreno.
El sistema de cloacas también ha colapsado, formando un foco de insalubridad y un constante movimiento de tierra por la mezcla de aguas potables y servidas. La hediondez es permanente y se acrecienta cuando calienta el sol y el viento la esparce.
Esta situación genera preocupación entre los habitantes, quienes temen por su salud y la de sus familias. Además, sus casas están sufriendo las consecuencias. Aseguran vivir aterrados, en medio de mucho peligro. El riesgo de ver caer sus moradas cada día se incrementa. Algunas ya se han desplomado.
La carretera nacional se hunde
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El problema de la comunidad no se limita a las deficiencias en el suministro de agua potable. La carretera nacional, Troncal 5, que atraviesa el sector Campo C también presenta una falla geológica. Se está hundiendo. Transeúntes y conductores también están en riesgo.
La comunidad denuncia que esta situación se ha acelerado por las roturas del tubo matriz de agua potable, y por los años que tienen las aguas servidas corriendo por los terrenos. Las casas que estaban a orilla de la carretera ahora se encuentran separadas por una distancia de entre uno a dos metros y han bajado de nivel con respecto a esa importante arteria vial.
Cada día la imperfección del terreno es mayor, lo que ha provocado accidentes, como el ocurrido recientemente donde un motorizado perdió la vida. Anteriormente los vehículos podían ingresar, ahora es imposible por el profundo hundimiento.
Voces clamando ayuda
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Carolina Rodríguez, habitante de Campo C parte baja, alzó su voz junto a un grupo de integrantes de la comunidad, para hacer un llamado a las autoridades gubernamentales, tanto nacionales como regionales y estadales, y atiendan la situación que están padeciendo.
«Nosotros no queremos pañitos de agua tibia, queremos una solución definitiva. Lo que pedimos es la colocación de una manguera, ya que el tubo existente no soporta la presión del agua», expresó Rodríguez, y destacó que la situación se agrava con el colapso de las aguas servidas, que han provocado movimientos de tierra y un ambiente insalubre. Aseguran no aguantar la hediondez.
La comunidad pide la presencia del gobernador, Freddy Bernal, porque se trata de una carretera nacional, un tramo de la Troncal cinco, que está colapsando. “La vía principal está colapsando. Hay viviendas en situación de riesgo. Necesitamos que por favor revisen la parte de las aguas servidas, aguas pluviales. Que se ocupen de la problemática porque está afectando demasiado”, dijo Rodríguez
Dilsa Jaimes, otra residente de la comunidad, añadió que los organismos competentes han visitado la zona para tomar fotos y declaraciones, pero no han implementado soluciones efectivas. «Estamos en una carretera nacional y hemos solicitado varias intervenciones, pero la respuesta ha sido insuficiente. La gente aquí no tiene a dónde mudarse ni la capacidad de construir en otro lugar», lamentó la vecina y reiteró que las familias viven bajo un gran riesgo.
Eder Sánchez, otro habitante de Campo C, denuncia que la falla en la carretera cada día es más pronunciada y ha generado graves consecuencias en la comunidad. «La casa se está hundiendo», señaló, mostrando las grietas en su vivienda.
El afligido vecino también alertó sobre el deterioro de la carretera, que ha comenzado a colapsar, afectando la seguridad de los residentes. «Hemos tenido accidentes graves, y la situación se vuelve cada vez más peligrosa», dijo con preocupación.
Vivir entre ruinas
Jesús Orlando Carvajal reside en el sector desde hace 30 años. Ve con extremo pesar cómo su casa se va derrumbando día a día. El piso está levantado y las paredes quebradas y a punto de caer. Algunas ya se han desplomado.
Dice que desde noviembre el proceso de destrucción se aceleró. Realmente vive entre ruinas con su familia, pero al igual que sus vecinos, no tienen recursos para cambiar de vivienda.
Necesitan canalizar las aguas
De acuerdo con los habitantes de Campo C parte baja, la falta de drenajes para canalizar las aguas, tanto servidas como las de lluvia, cuando comience el periodo, es otro detonante que acelera los daños y los acrecienta. Solicitan a los entes competentes tomar el dato para que construyan esa estructura, indispensable en toda vialidad.
Jaimes recordó que en los años 2015 y 2016 se aprobó, a través de los Consejos Locales de Planificación, una tubería para el manejo de aguas servidas, pero la comunidad sigue sufriendo por la falta de una infraestructura adecuada. «Las cloacas se han reventado y están afectando a todos, incluso a los negocios locales», comentó la vecina y agregó que el problema se origina por las aguas residuales de un hotel cercano.
Medidas
Para minimizar la probabilidad de que la tubería se rompa, la comunidad tomó la decisión de implementar un horario para disfrutar del servicio de 7 de la mañana a 7 de la noche, medida que piensan mantener hasta que cambien la tubería de agua potable por la manguera que están pidiendo.
“Las personas aquí afectadas pagamos el servicio y estamos seguros de que el daño que ha causado esto han sido las aguas blancas”, señalaron los vecinos y acotaron que “el tubo matriz siempre se revienta en horas de la madrugada.
Recalcó que en la comunidad viven personas de la tercera edad y personas con discapacidad, como su padre, que no pueden valerse por sí mismos, y es por eso que cierran la llave, luego de haber llegado a un acuerdo con los residentes del lugar. “El tubo matriz se explota a cada rato”, apuntó.
Temen por sus vidas
Los habitantes de Campo C han alzado su voz y exigen soluciones urgentes a sus problemas. La comunidad espera que su llamado sea escuchado por las autoridades y que se tomen cartas en el asunto para cambiar el tubo que conduce el agua potable, reparar el sistema de aguas servidas y pluviales, y rehabilitar la carretera.
“De verdad estamos en situación de riesgo. La casita de diez familias está a punto de colapsar totalmente, y otras treinta también están afectadas. Nosotros no tenemos a donde ir”, indicó Carolina e insistió que “las viviendas de la vía principal, una de las carreteras más importantes hacia la frontera, estaban al pie de calle y ahora están más alejada”.
Zona de alto riesgo
Cuentan los lugareños que, de acuerdo con los informes de Protección Civil, ese lugar fue declarado zona de alto riesgo, pero sus habitantes no cuentan con recursos económicos para mudarse ni para construir una vivienda en otro lugar.
Amanda Serna relató que las paredes de su casa se están inclinando y presentan fisuras a raíz de los daños provocados por las cloacas y el agua potable de las tuberías.
“Este muro está a punto de colapsar. La casa se está partiendo por varios lados. Cuando esas tuberías se parten toda el agua se viene para acá. A raíz de que al vecino se le está viniendo el terreno para acá, pues nosotros también somos afectados. No tenemos recursos para donde irnos”, dijo entre sollozos.
Agregó que las aguas de las cloacas también pasan regadas por detrás de la casa. “Lo que medio está por aquí que no se riega en el patio es porque lo hemos acomodado de nuestro propio presupuesto, pero aquí nadie viene a hacer nada por nosotros”, destacó Amanda y añadió que en la Alcaldía de Capacho Nuevo les dijeron que no tenían derecho a reclamar nada porque era una zona de falla geológica; pero en el 2010, cuando compraron, les dieron el registro del terreno en el ente municipal correspondiente.
La comunidad de Campo C hace un llamado a los entes de comunicación para que su mensaje llegue al gobernador Freddy Bernal y a las autoridades competentes, con la esperanza de que se tomen medidas inmediatas para resolver esta crisis que afecta a todos los habitantes de la zona y a los usuarios de la carretera nacional que conduce a la frontera.