Opinión

Habilidades de un investigador

26 de mayo de 2025

125 vistas

Hogan Vega y Dorli Silva.

La formación de investigadores sólidos y responsables se basa fundamentalmente en cultivar tanto el pensamiento crítico como una conciencia ética profunda en la investigación con seres vivos, ya sean humanos, animales o, indirectamente, en la búsqueda de resolver necesidades o problemas cotidianos, a través de las interacciones sociales. De ahí que debe ser evidente la definición del problema de investigación, de manera que el planteamiento de la pregunta o de la hipótesis, sean precisos y permitan redactar, para que todo el que lo lea, entienda la situación problema. Para Cortés, una definición de problema es “toda situación transcendente, que se puede expresar en términos de insatisfacción, perplejidad y reto”.

Esta necesidad o problema lleva a la formulación de preguntas pertinentes, donde la conciencia del investigador lo impulsa hacia el pensamiento crítico, en el cual no solo se acepta la información pasivamente, sino que se cuestiona, analiza y busca la validez y relevancia de las preguntas de investigación. Sin embargo, un investigador debe familiarizarse con habilidades y destrezas fundamentales, para la investigación. Debe iniciar con un pensamiento crítico y analítico, crucial para formular preguntas de investigación relevantes, al basarse en las revisiones sistemáticas de la búsqueda de literatura, lectura crítica de evidencias, análisis de datos e interpretación de resultados, de manera objetiva. Es decir, habilidades esenciales que permitirán llevar a cabo un trabajo riguroso, que será comunicado eficazmente, para que contribuya con el avance del conocimiento.

Al mismo tiempo, el investigador requiere de habilidad en la gestión de la información, al realizar la búsqueda bibliográfica de forma exhaustiva, con los sentidos fijados en la problemática, para saber cómo buscar, seleccionar y evaluar fuentes de información relevantes, en bases de datos académicas, bibliotecas digitales y otros. También, es necesaria la organización y gestión de referencias, al utilizar herramientas para organizar las fuentes consultadas y generar citas y bibliografías que sean correctas. Un investigador debe discernir y evaluar la calidad de la información, entre fuentes confiables y no confiables, al identificar posibles sesgos, así como la validez de la información.

Algo semejante ocurre con la metodología de la investigación, para la comprensión de paradigmas y enfoques diferentes, así como para familiarizarse con métodos cuantitativos, cualitativos y mixtos, y con diseños de investigación específicos. Se debe realizar la planificación de la investigación, con la definición de objetivos claros, formulación de hipótesis (si es procedente), selección de la metodología adecuada y planificación de la ejecución del estudio. En otras palabras, con la metodología ya definida, se determina cómo va a ser la recolección y análisis de datos, que depende del área y de las herramientas seleccionadas, tales como encuestas, análisis estadístico, entrevistas, observación, análisis de documentos, notas de campo, entre otras.

Por ello se hace necesario, desarrollar habilidades esenciales para la redacción científica y publicación, mediante una comunicación científica efectiva (escrita), con mucha claridad al expresar ideas, de manera clara, precisa y sin ambigüedades. Se debe utilizar un lenguaje formal y adecuado para la comunidad científica, con una estructura lógica que organice el contenido de manera coherente, se sigan estándares de publicación a través del uso y manejo de los estándares internacionales y nacionales, para los artículos científicos (resumen, abstract, introducción, marco teórico, metodología, resultados, análisis e interpretación, discusión, conclusiones, implicación pedagógica, referencias, síntesis curricular de los autores). Ello significa que se debe dominar la gramática, la ortografía, así como tener una puntuación impecable, que asegure la corrección lingüística del texto, para evitar errores que puedan afectar la credibilidad. Deben ser temas de interés para la audiencia hacia la que va dirigida la publicación (por ejemplo, una revista especializada en gerencia hospitalaria o una publicación sobre nutrición en adultos jóvenes en Venezuela).

Visto de esta forma, este artículo busca orientar sobre el proceso de publicación científica; se empieza con la selección de la revista apropiada, la que mejor se ajuste al tema, alcance y audiencia de la investigación. Hay que familiarizarse con las directrices específicas de cada revista en cuanto a formato, extensión, estilo de citación y requisitos éticos, tales como el proceso de envío del manuscrito y cómo funciona el proceso de revisión por pares; incluye cómo responder a las sugerencias y críticas de los revisores, conocer los principios éticos relacionados con la investigación y la publicación, como la autoría, el plagio, el consentimiento informado y la transparencia en la presentación de resultados.

Por consiguiente, es prioritaria la alfabetización digital y el manejo de herramientas tecnológicas, al utilizar software de análisis de datos, herramientas de gestión de referencias, plataformas de publicación en línea y otras tecnologías que faciliten la investigación y la difusión de resultados. Tal es el caso de las herramientas de inteligencia artificial para redacción científica; por ejemplo, en gramática se tienen Grammarly, Hemingway, ProwritingAid. Por otra parte, para estructura y textos están ChatGPT, Gemini, Aithor; para redacción científica, Consensus, Scitte.ai, WorddviceAI, entre una gran diversidad de herramientas existentes, en el mercado, para cada uso específico.

En otras palabras, la generación de textos coherentes con la ayuda de la Inteligencia Artificial (IA) depende de las habilidades del investigador, al formular preguntas claras y concisas sobre el tema a estudiar, lo que evita ambigüedades, ironías y sutilezas del lenguaje. Se pueden lograr textos coherentes, como un fenómeno de profundidad que permite que aquel se sienta como un todo sin hilos sueltos, ni lagunas o agujeros; a su vez, con una cohesión alta, al notarse las relaciones visibles o de superficie que se establecen en el texto. Ello logra una adecuación que permite establecer que el texto usa el lenguaje indicado en el contexto de estudio; en consecuencia, un texto con las variables coherencia, cohesión y adecuación, entrelazadas correctamente, presente el tejido esperado conocido como texto (redacción científica), cuya traducción en latín es precisamente eso, un tejido.

Desarrollar estas habilidades proporcionará una base sólida, para llevar a cabo investigaciones rigurosas y publicar hallazgos, de manera efectiva, dentro y fuera de la comunidad científica. La decisión de publicar un texto es personal; de allí se conoce la expresión: ¡No seas un pato! ¡Sé un águila!

¡Quieres recibir el periódico en la puerta de tu negocio!

1 Mes

  • 3 Ejemplares semanales
  • Entrega gratis (Delivery)
  • Aviso impreso 2×5
  • Descuento del 5% en publicidad Digital
  • Osequio de Instagram
    1 Post 1 historia

Mensual
54.000 Cop

Pago único

Suscribirse

3 meses

  • 3 Ejemplares semanales
  • Entrega gratis (Delivery)
  • Aviso impreso 2×5
  • Descuento del 10% en publicidad Digital
  • Osequio de Instagram
    1 Post + 1 historia
  • Descuento del 5%

Mensual
51.300 Cop

Pago único

Suscribirse

6 meses

  • 3 Ejemplares semanales
  • Entrega gratis (Delivery)
  • Aviso impreso 2×5
  • Descuento del 20% en publicidad Digital
  • Osequio de Instagram
    2 Post + 1 historia
  • Descuento del 5%

Mensual
48.600 Cop

Pago único

Suscribirse