Regional
“Llevar el corazón de monseñor Moronta a La Grita es hacer de esta algo universal”
7 de agosto de 2025
Para ampliar detalles de lo que serán las exequias este viernes de monseñor Mario Moronta en la Catedral de San Cristóbal, agradecer las expresiones de afecto de parte del pueblo católico y cobertura brindada por la prensa regional, así como rendir un tributo a la memoria del jerarca religioso fallecido, este jueves en la Curia Diocesana, monseñor Lisandro Alirio Rivas Durán ofreció una rueda de prensa.

De acuerdo con la información entregada a los medios, los actos religiosos se iniciarán a las siete de la mañana con la misa de preparación para la misa exequial, a cargo del Nuncio Apostólico, monseñor Alberto Ortega Martín. y luego una procesión por la plaza Juan Maldonado, en la cual la urna con el cuerpo de monseñor Moranta será llevada en hombros por diáconos, sacerdotes y obispos. Luego vendrá la misa exequial a cargo de monseñor Rivas acompañada por obispos de diversas partes del país.
En estas exequias se dio fiel cumplimiento a la voluntad final de monseñor Moronta, que dispuso tanto el destino de sus restos mortales una parte a ser enterrado junto al Cristo del Limoncito y otra, específicamente su corazón, en el Santuario del Santo Cristo. Sobre los actos religiosos en La Grita –un acontecimiento sin precedentes en la historia eclesiástica de Venezuela- aun no se ha especificado una fecha, que será posterior al novenario.
“Esto es una manifestación del amor y de la entrega total, porque se dice también desde la espiritualidad y desde, digamos, la tradición de la Iglesia Católica, el corazón, y desde la misma Biblia, el corazón es el hogar donde Dios habita. Y llevar el corazón de monseñor Mario al Santuario del Santo Cristo es hacer que este corazón se haga también universal, porque al Santuario del Santo Cristo vienen en peregrinos no solamente de nuestro Estado Tachera sino de Venezuela y del mundo. Ese corazón albergó durante la vida terrena de monseñor Mario tantas cosas, tantos sentimientos, tantas preocupaciones, tantas situaciones que le tocó afrontar y vivir, pues qué mejor lugar que llevarlo al Santuario del Santo Cristo. Por eso dejar el corazón allí es dejar la vida de un pastor que se ha desgastado y ha hecho tanto por la Iglesia a la cual él amó y sirvió incondicionalmente”
Pero otro deseo póstumo además de la mayor austeridad posible en su funeral, fue no darle un sentido luctuoso a las exequias, sino que sea la de la elevación de un alma que va hacia el encuentro con el Santísimo a la espera del Día de la Resurrección, junto a Jesucristo.
“Monseñor Moronta ha dejado en su testamento espiritual, que celebren el paso de esta vida a la eternidad con alegría, con esa alegría pascual que debe caracterizar el discípulo misionero, el creyente de hoy y creo que monseñor Moronta realmente anticipaba al acontecer de la Iglesia. Nos ha dejado en ese testamento espiritual, estén alegres siempre en el Señor, que su partida a la eternidad haga ser testigos de esperanza y testigos de la alegría de la resurrección—afirmó monseñor Rivas.”
También agradeció monseñor Rivas la presencia de los organismos de seguridad y emergencia dentro y fuera de la Catedral de San Cristóbal que ha garantizado la tranquilidad de quienes en el día y la noche se han acercado a darle el adiós final a monseñor Moronta.
La parte final de la entrevista fue directamente a la relación personal que entre obispo saliente y obispo entrante se estableció, recalcando monseñor Rivas no reemplazo a Moronta, ni èste reemplazó a nonseñor Tulio Ramírez Roa, pues todos ellos han dado continuidad a la sucesión apostólica.
Y muy, muy, con mucho gusto, pues, compartíamos, porque (17:48) era como ese sentido de que él, cuando tomé posesión el pasado 14 de diciembre del año (17:54) pasado, él dice, le rindo obediencia a mi obispo. Y eso lo vivió él, y lo vivió en (18:01) lo práctico, en lo concreto. Entonces, yo iba y le preguntaba, ¿no? Y esa última (18:07) conversación marcó muchas cosas que me dieron como ese entusiasmo, y al final me dijo, chico, (18:12) como lo decía siempre, chico, no te preocupes, deja todo en manos de Dios, todas las cosas (18:17) y Dios hará el resto.
Eso me lo dijo. Un hombre de fe, un hombre convencido de que (18:23) la obra era de Dios y no de nosotros seres humanos. (18:26) ¿Eso lograba alguna recomendación especial? (18:30) No, las recomendaciones eran sobre, digamos, el transcurrir el camino de la diócesis, ¿no? (18:39) Algunas cosas que yo, pues, no entendía cuando estoy llegando, entonces, era más (18:44) que todo a nivel de la pastoral, de cómo manejar algunas cosas, de la parte, digamos, (18:50) de la administración también, de los bienes de la diócesis, etcétera, y algunos proyectos (18:55) que él ya había encaminado y, bueno, estamos en esa perspectiva de dar continuidad, porque (19:00) la Iglesia tiene algo muy hermoso, que uno no reemplaza a nadie, sino da continuidad.
“Recuerdo que una de las últimas conversaciones más prolongadas, yo le hacìa muchas preguntas. Porque en la medida en que voy entrando en este ministerio del Santo Padre por la Gracia de Dios, me enteraba sobre algunos puntos particulares, sobre la evangelización, el Tercer Sínodo, etc. Con mucho gusto compartíamos, cuando tomé posesión en diciembre del año pasado, el dice, “le rindo obediencia a mi obispo”, y el lo vivió en lo práctico. Esa conversación me dio mucho entusiasmo y al final me dijo “Chico, no te preocupes, deja todo en mano de Dios; tu has las cosas y Dios hará el resto”. Un hombre convencido que la obra era de Dios y no de nosotros los seres humanos”. (Freddy Durán)