Tres jóvenes con una enorme carretilla recorren las calles de San Antonio del Táchira, en el municipio fronterizo Bolívar, recogiendo los desechos sólidos en los hogares que deseen tomar su servicio ante el retraso que presenta actualmente el Instituto Municipal de Aseo y Ornato (IMAO).
Los jóvenes, en conversación con La Nación, aseguran que llevan más de tres meses ofreciendo un servicio por el que la gente le paga dependiendo de la cantidad de bolsas que sacan de sus hogares.
«El aseo, el aseo», gritan a todo pulmón por las calles de la frontera. Algunos salen de sus casas pensando que se trata del IMAO. Otros ya los conocen y deciden si toman o no el servicio.
Dejaron claro que no pertenecen al IMAO. Decidieron prestar ese tipo de servicio ante los retrasos que hay en la recolección formal.

Este lunes 11 de agosto, por ejemplo, varias calles de la ciudad fronteriza amanecieron con gran cantidad de bolsas de basura. Ciudadanos lamentan el compartimiento inadecuado de algunas personas por lanzar los derechos en las vías públicas y, a la vez, instan a las autoridades locales a evitar los retrasos.
Indicaron que el servicio del IMAO está pasando una vez al mes por las comunidades, razón por la que insisten en la importancia de que la recolección se haga con más frecuencia.
Jonathan Maldonado