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23 de abril de 2024
Jhoan Estupiñan, es un decorador de tortas nativo de San Cristóbal con 15 años de experiencia, quien con apenas 14 años ya comenzaría a incursionar en el arte de la repostería, dando un agigantado paso de alumno a maestro dos años después, cuando comenzaría a dar clases iniciales de decoración de pasteles.
Siguió los pasos de su familia con dos décadas de inalcanzable trabajo, que ya deja una marca en la repostería tachirense, con una popular marca de varias sucursales en la entidad. Su temprano comienzo en este oficio ha rendido frutos con la paciencia del que labra cada paso, pues luego de intentar abrir su propio negocio repostero en la ciudad de La Grita y más tarde en Cúcuta, sin ser lo que esperaba, decide salir del país en el 2017, con la firme intención de perseguir su más grande anhelo, hacerse un nombre en el oficio que había elegido para su vida.
Se fue a Estados Unidos, donde realizó diferentes labores, desde lavar baños hasta pasar largas horas frente a fregaderos de platos en locales de comida, pero siempre con la firme convicción de seguir haciendo de la repostería el pretexto perfecto para enseñar, formar y crecer.
Fue así como un día decide vender su primera torta por redes sociales, consiguiendo hacerlo por 30$, dinero que invirtió para llegar a más personas por una cuenta en instagram que ya suma más de 160 mil seguidores actualmente y otros cientos de miles de usuarios en otras redes sociales, que lo han ido convirtiendo de a poco en un referente del arte pastelero y repostero gracias a su ingenio, talento y perseverancia, que finalmente le sirvieron de base para abrir su añorado local propio en la ciudad de Nueva York, que lleva su nombre “Chef Jhoanes Cake Designer”
Estupiñán se siguió formando, buscando certificarse con los más altos estándares de exigencia en su ramo. Tras par de certificaciones profesionales en Londres y Bogotá, ha sido galardonado con el Premio Internacional de Pasteles 2018, nivel maestría profesional y participó como juez en el concurso Cake Star Internacional.
También sigue formando nuevos pasteleros y propuestas de negocios visionarios como la escuela repostera Magic Bakery School New York, además de participar en diferentes eventos y convenciones internacionales de repostería y pastelería en Miami, Nuevo México, Little Rock, Kentucky, Cincinnati, Londres, Medellín, Bogotá y Chicago.
No olvida su natal San Cristóbal, ni como repostero ni como ciudadano que habitualmente transitaba sus calles, entre el ajetreo y la cotidianidad de la tienda repostera de la familia que asumió desde muy jóven cuando su madre enferma. Hoy convertido en un maestro de este notable arte sigue visitando el Táchira, para dictar cursos y enseñar novedosas técnicas reposteras de primer mundo, con el mismo ímpetu y carisma que el primer día.
/Ángel Escalante
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