Miniavisos
10 de mayo de 2024
Pekín, China. AFP.
Chile es un país andino y por tanto con muchos lugares de nieve. Pero le falta un gran resultado en forma de medalla en unos Juegos Olímpicos de Invierno, que se una a los trece metales que ha ganado en las de verano. A Pekín-2022 acude con cuatro deportistas, una cifra inferior a los seis de Sochi-2014 o siete de Pyeongchang-2018, aunque superior a los tres de Vancouver-2010.
«Tenemos una delegación de cuatro deportistas. Podrían haber sido cinco o seis, pero se lesionaron algunos antes de viajar a Pekín durante sus competencias en Europa», explica Stefano Pirola, presidente de Fedeski, la Federación de Esquí y Snowboard de Chile, a la AFP.
«Las esperanzas están en Dominique Ohaco, que está entre las quince mejores del mundo en la disciplina de big air de freestyle y por qué no soñar con una buena actuación entre las Top 10 o 15. Son sus terceros Juegos, como Henrik Von Appen en esquí alpino, que pensamos que se puede ubicar en un Top 30 y mejorar su participación anterior. Yonathan Fernández está en cross country, que es una disciplina muy competitiva, y Emilia Aramburo afronta sus primeros Juegos, con 19 años, y lo importante es que pueda dar su mejor rendimiento también en esquí alpino», afirmó el dirigente.
– Sueño de medalla –
Stefano Pirola cree que es posible para un país latinoamericano poder conseguir algún día una medalla en unos Juegos de Invierno.
«Creo que más para los países con más desarrollo en los deportes de invierno, con centros de esquí, como Chile o Argentina. Para los otros países quizá es más complicado porque tienen que hacer sus competencias fuera de su país porque no tienen condiciones de centros de esquí o nieve en su región o país. Pero creo que sí, que se puede un día ganar una medalla, especialmente en disciplinas más emergentes como freestyle y snowboard se puede apostar por soñar con obtener una medalla», explica Pirola.
«El desarrollo de los deportes lo dan las buenas actuaciones. Si hay un deportista que consigue un buen resultado, el deporte se difunde prácticamente solo. Es difícil en países que son muy influidos por el fútbol, que es el primer deporte, y la cobertura de los medios va prácticamente a hacer fútbol, pero creo que eso se cambia desde adentro, teniendo buenas actuaciones de parte de nuestros deportistas. Una figura podría cambiar esto dentro de nuestros países», añade.
– Optimismo –
El presidente de la federación chilena de esquí y snowboard prefiere ser optimista en cuanto al desarrollo de unos deportes cuya práctica conlleva altos costes.
«Ha aumentado la masa de esquiadores, la masa de deportistas, y ha aumentado el desarrollo de los centros de esquí. Eso permite que haya más posibilidades de entrenamiento y también de competencias a nivel internacional, como ocurre en Chile y Argentina. También en Brasil. Las mayores dificultades son siempre de financiamiento, ya que son deportes muy caros, que necesitan financiamiento no solo de los deportistas, sino también de las federaciones, auspiciadores y también del Estado. Pienso que por parte de las autoridades de Chile se ha mejorado mucho pero no es suficiente. Hay que invertir mucho», explica.
«El costo de un esquiador de alto rendimiento supera los 100.000 dólares al año, que son sumas importantes para nuestros países. Las dificultades más que deprimirlo a uno, lo incentivan para buscar hacer un mejor trabajo».
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