Para el consultor financiero Andrés Guevara, quien opte a ser empresario debe tener clara la estructura de su negocio, su entorno y sus metas
Diego Mendoza
En Venezuela los emprendimientos, sobre todo a pequeña escala, más como negocios familiares, han empezado nuevamente a brotar en el país en un intento por buscar nuevas fuentes de ingreso en un momento en que la economía no logra una recuperación real y sostenida.
Desde confecciones de ropa a pedido, bisutería, reposterías, restaurantes, hasta incluso academias de idiomas particulares, cada quien ha buscado la manera de conseguir un espacio en el mercado que se ha visto gravemente reducido en los últimos años.
Una problemática común que enfrentan muchos de estos emprendimientos, más allá de los derivados de la situación económica, proviene de la falta de formación e información previa al momento de incursionar en cualquier emprendimiento, lo que reduce las probabilidades de éxito y por consiguiente de mantenimiento del negocio.
Andrés Guevara, consultor financiero, director de la firma Omnis, dijo a Diario La Nación que dentro de los principales errores que cometen actualmente los emprendedores en el país, se encuentra la falta de una estructura interna bien definida, identidad del negocio, planificación y estudio de mercado.
“Creo que uno de los principales errores es no tener clara la hoja de ruta para estructurar la empresa dentro del país, aspecto que va desde tener en cuenta las regulaciones legales hasta las necesidades que se pretenden satisfacer”.
Para el especialista, “no basta con importar un contenedor con mercancía e ir puerta a puerta ofreciendo los bines”, haría falta analizar el nivel de saturación del mercado, las posibilidades de compra, la liquidez y el público objetivo, que junto a otros aspectos ayudan a indicar la viabilidad del negocio.
De tomar esto en cuenta, “lamentablemente se corre el riesgo de ir a perder el dinero, frustrarse y concluir erróneamente que no se tiene capacidad para hacer negocios”, sostiene Guevara.
Emprender por moda
La leve mejoría de la economía nacional que se registró entre el segundo semestre de 2021y hasta parte del primer semestre de 2022, conllevó a varias personas a involucrarse en nuevos proyectos, especulando que la recuperación podría dar pie a una nueva etapa.
Andrés Guevara comenta que justamente este es un error fatal que puede arruinar a muchas personas y hacer que se pierda tiempo y dinero en un negocio que va a tener un tiempo de vida muy reducido porque no es rentable.
“Muchas veces se piensa que porque algo está de moda va a ser algo que se puede desarrollar de manera exitosa”. Sumado a ello, advierte que hay personas que esperan obtener beneficios al instante, sin tener en cuenta que “no se puede esperar que se llegue a un punto de retorno a la par que se ha hecho la inversión”, además, “toda organización tiene un proceso de auge y posterior de estabilización, a un ritmo diferente”.
“El tiempo para que esto ocurra realmente depende de cada país y sus circunstancias, en mi experiencia dos o tres años puede ser un tiempo prudencial, pero claro, eso va a depender del tipo de industria, su envergadura, y las previsiones realizadas”, sugiere Guevara.
Financiamiento
Las dificultades para conseguir financiamiento, en un país donde del sector banca y seguros ha caído por encima de 80 % en los último diez años, según datos del Banco Central, y se tiene establecido un encaje legal que alcanza el 73 %, conduce a la necesidad de observar con mayor énfasis la viabilidad del negocio si realmente se quiere conseguir capital.
Y en este punto vuelve a tener relevancia la planificación, la reducción de gastos y el estudio de mercado.
Andrés Guevara segura que, “si bien hay experiencias interesantes de microcréditos, en la mayoría de los casos se inicia con financiamiento propio o el capital semilla de amigos y asociados”, pero para conseguirlo hace falta se le vea al negocio futuro, porque prácticamente nadie va querer prestar dinero a un emprendimiento cuya dinámica es de auge y caída rápida, “y un caso emblemático de esto en el país han venido siendo los restaurantes”.
Recomendaciones
Teniendo en cuenta cada una de las recientes acotaciones, el consultor brindó a Diario La Nación una serie de recomendaciones que deberían tener en cuenta aquellos que desean emprender o ya lo han hecho.
“Primero, hay que hacerse a la idea de que el arte de emprender, de ser empresario, significa siempre asumir riesgos, y esa es una premisa que se debe tomar muy en serio, porque incluso la mejor idea de negocio puede fracasar”.
Segundo, “prever y planificar puede de alguna manera ayudar a minimizar de forma considerable los gastos o los riesgos que involucra hacer empresa”, no se debe “ir improvisando sobre la marcha”, advierte Guevara.
Es por esta razón determinante “la evaluación financiera, que ayuda a generar unas proyecciones, así mismo, da un entorno de mercado, donde se estudia cuáles son los principales competidores y qué están haciendo, además, de informar cómo se está moviendo al presente ese mercado”.
En este sentido, un punto que señala como fundamental para el éxito del emprendimiento es plantearse “¿Qué estoy ofreciendo al público que me hace distinto?”.
“Al final del día hay que centrarse en captar cuál es la promesa de valor diferenciada. Por ejemplo, si se monta una arepera hay que preguntarse qué se ofrece distinto a lo que ya existe en el mercado. Esto es lo que lleva a que las personas prefieran un negocio sobre los demás”, dice Guevara.
Como dos últimas recomendaciones, advierte la importancia de “estructurar lo que es la misión, los valores, la visión y los objetivos de un negocio”, porque son justamente estos puntos los que ayudan a tener un norte.
Y, entender que “las organizaciones funcionan gracias a su gente”. Por esta razón, aunque es sumamente complicado actualmente mejorar los salarios debido a la baja inversión, productividad y consumo, “se puede hacer, en la medida de lo posible, que las personas tengan un ambiente de trabajo más estable, lo que hasta cierto punto sirva para generar una perspectiva de futuro. El empresario debe hacer que la persona entienda que está ayudando a generar valor a la sociedad”, concluye Guevara.