Farándula y Espectáculos

El hijo de Perucho Conde rompió el silencio y habló sobre las denuncias de abuso sexual contra su padre

2 de mayo de 2021

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Luego que la cantante lírica venezolanaGrecia Augusta Rodríguez, hija del primer actor Gustavo Rodríguez confesara haber sido abusada en dos ocasiones por dos hombres relacionados al espectáculo nacional, uno de ellos Perucho Conde, inmediatamente el nombre del comediante se hizo tendencia en redes sociales.

La acusación de Grecia, pone al interprete de la “La Cotorra Criolla” en uno de los escándalos más sonados actualmente en la farándula venezolana. Hasta ahora, el también actor no se ha manifestado ante el polémico señalamiento, pero ha sido su hijo, Fabricio Conde, quien respondió al escandalo.

“Repudio todo acto de acoso y abuso sexual contra cualquier persona, pero repudio mucho más que se pretenda utilizar las redes sociales como tribunales donde muchos se erigen como jueces y verdugos sin exigir ni mucho menos presentar pruebas”, fue parte del comunicado que publicó en Twitter.

COMUNICADO: 1/9 pic.twitter.com/Hen7hneron

— 🍉No explico mis tuits, no me moleste 🎙️ (@FabricioConde) May 1, 2021

Así luce hoy Perucho Conde, el famoso comediante acusado por la hija de Gustavo Rodríguez de violación

Perucho forma parte de la generación de oro del humor venezolano, pues formó parte del staff único de Radio Rochela, el programa cómico por excelencia de Venezuela y el favorito de todos los venezolanos. Este gran comediante criollo es conocido por haber realizado varias hazañas humorísticas que le valió la internacionalización como el famoso rap de “la cotorra criolla”, y otros personajes que calaron muy bien en la cultura pop venezolana, como su segmento en “Cheverísimo” titulado “El Serrucho de Perucho”.

Dato: Perucho Conde tiene un dato histórico que es ignorado en su mayoría. Fue el primero en grabar rap en español y de denuncia social, en 1980; con su tema: La Cotorra Criolla.

Actualmente, vive en la ciudad de Cagua en el estado Aragua, rodeado de su hijos y nietos. Aún mantiene el toque humorístico que le caracteriza y la sonrisa de oreja a oreja que nos contagia.