A pesar de que hubo interés al inicio, Schuman afirma que el sello discográfico no quiso firmar con ella y que su representante sonó poco interesado en seguir llevando su carrera.

Schuman relata que eventualmente le contó sobre la supuesta violación a su familia, amigos y a su terapeuta. Su representante presuntamente le dijo que Carter “tenía el abogado más poderoso del país”. “No tenía el dinero, la influencia o el acceso a un abogado que fuera lo suficientemente poderoso para enfrentar al asesor legal de mi abusador. Me dijeron que me enfrentaría la humillación, que sería acusada de buscar fama y que me lastimaría profesional y públicamente”, explicó.

Schuman se mostró reacia a revivir el dolor del evento y hacerlo público, pero luego de ver los comentarios en Internet de algunas víctimas se sintió obligada compartir su historia.

“Siento que ahora tengo la obligación de seguir adelante con la esperanzad y alentar a otras víctimas a contar su historia. Somos muy fuertes en números”, escribió. “Si estás leyendo esto y has sido atacada, ahora sabes que no tienes por qué quedarte callado y que no estás solo. Lo sé, da miedo. Yo tengo miedo”.