En la frontera, la mayoría de habitantes ve como una necesidad que regrese el dinamismo a los puentes, bajo las medidas de bioseguridad
Jonathan Maldonado
La decisión, por parte de Venezuela, de no abrir la frontera a partir de este 1 de junio, debido a que no se han dado los acuerdos entre ambos países en torno a los protocolos a seguir, ha tenido diversas reacciones en la ciudadanía que hace vida en las jurisdicciones fronterizas, Bolívar y Pedro María Ureña.
Cruz Rojas, de 75 años, habitante del barrio Curazao, lamentó que los puentes internacionales no vayan a ser reabiertos el martes. “Deseo su apertura, pues es necesario para que en Colombia y, principalmente, en Venezuela, se reactive la economía y así haya más trabajo y oportunidades”, dijo.
Cruz ha vivido más de siete décadas en frontera y ha sido testigo de los virajes que se han dado en los últimos años. “Uno, que es de la tercera edad, anhela tener restablecido el paso por los puentes y no por las trochas”, soltó.
Entretanto, el profesor Marcos Suárez instó a los Gobierno de Venezuela y Colombia a dejar de lado la “guerra de micrófonos”, para que, de esa manera, los esfuerzos se concentren en acuerdos que estén dirigidos a una apertura consensuada.
“El Gobierno de Colombia dice que la apertura sería peatonal, pero el de Venezuela -bajo la vocería del diputado Freddy Bernal- señala que sería solo comercial. Se ve que no han llegado a acuerdos”, recalcó el profesor.
A la petición de una pronta apertura de los puentes se unió Nora Granja, vendedora informal. “La interacción entre las dos naciones tiene que existir, una nación depende de la otra, y viceversa”, precisó mientras instaba a los Gobiernos a ponerse de acuerdo.
“Nosotros, los ciudadanos de a pie, no podemos sufrir las incomprensiones de los políticos, tienen que tener en cuenta que no es lo que ellos quieran, sino lo que le convenga a la mayoría. Es necesario que se pongan las manos en el corazón; no nos dejen solos”, acotó.
“Es ilógico que abran los puentes”
Para Mariana Suárez, de 22 años, es ilógico que abran los puentes ya que, a su juicio, Colombia es un país que lleva un proceso de vacunación, “mientras Venezuela no tiene una estructura lógica para llevarlo a cabo, razón por la cual habría más riesgo de contagio”.
Por su parte, Ligia Bustamante, de 67 años, lamentó que la frontera no vaya a ser reabierta el 1 de junio, pues ve incongruente que los puentes estén cerrados, cuando las trochas mantienen, a diario, el paso activo.
“Ambos Gobiernos deberían ser más conscientes y abrir los puentes; así se tendría más control”, enfatizó la dama.
El puente internacional Simón Bolívar sigue funcionando como canal humanitario para casos de emergencia y quienes requieran ser vacunados en el vecino país y cumplan con los requisitos.