Frontera
Del cacao a la gasolina: Metamorfosis del contrabando en frontera
1 de junio de 2024
«Sí hay colombiana. A 9 mil pesos los dos litros». La frase es común escucharla en los más de 12 tarantines de venta de gasolina que se contabilizan en un tramo de la avenida Venezuela, en San Antonio del Táchira.
Esa gasolina ingresa por contrabando a Venezuela, por medio de las trochas. Desde la zona sur del municipio Bolívar, hasta La Mulata en Pedro María Ureña, hay más de 35 caminos verdes que se emplean para el paso de ese producto y de otros más.
Marcos Suárez, historiador, recordó que el contrabando en el Táchira, y en especial en la frontera, se remonta a la época colonial. «España le prohibía a sus colonias negociar con cualquier potencia y se volvieron exclusivos de todo lo que se producía en estos países latinoamericanos».
Con base a esa prohibición de la colonia española, destacó Suárez, nace el contrabando y tuvo como principal escenario la ciudad de San Antonio del Táchira. «Ese auge se da por los precios, pues una canasta de cacao o de café, puesta en Venezuela, costaba 26 pesos, mientas que puesta en las islas, 126 pesos».
El escenario fue propicio entonces para que la gente de Mérida y de Barinas se encaminaran a San Antonio del Táchira, con el propósito de contrabandear café, tabaco, algodón, hoja de coca, añil (para pintar cuero y ciertas telas), cacao e, incluso, el ganado.
«El contrabando es un tema tan acuciante y tan de moda, que pareciera que nació ahorita. Pero no, tiene más de 300 años», enfatizó el también profesor, quien recordó cómo en un momento no tan lejano, de Venezuela se pasaban por las trochas, hacia el vecino país, electrodomésticos y otra variedad de productos que abundaban.
Suárez se remontó nuevamente a la época colonial para indicar que, de Colombia, se traía a Venezuela de contrabando algunas herramientas como las palas, picos y machetes.Hace 15 años, por ejemplo, la gasolina venezolana aún reinaba en La Parada, donde en innumerables espacios había tarantines que revendían el Combustible «veneco».
Ahora es al revés. El «colombiche» se vende del lado venezolano frente a la poca oferta del carburante venezolano.»Mientras haya necesidades de algunos productos, va a existir el contrabando», enfatizó el historiador de la frontera, Marcos Suárez, en entrevista aportada para La Nación con datos extraídos de su tesis de maestría, dedicada al contrabando en un lapso de 16 años: 1840 – 1856.
Jonathan Maldonado