Frontera

EDICIÓN FRONTERA | Venta de medicinas en la calle: un problema de salud pública

29 de agosto de 2019

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Por José Luis Guerrero S.

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Debido a la escasez de medicinas en el país muchos medicamentos son traídos desde Colombia. Son vendidos en puestos de calle, kioscos o bodegas en todo el estado Táchira y otras zonas del país.

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El Ministerio de Salud hace varios días emitió un alerta sanitario sobre la venta de crema dental de dudosa procedencia. Lo mismo sucede con las medicinas que no son compradas en farmacias. Debe privar la prudencia.

La escasez de medicinas en Venezuela y el mínimo poder adquisitivo de muchas personas para poder comprar las que se consiguen en territorio nacional obliga a todos a buscarlas en Colombia. Algunas son más económicas y muchas de éstas son vendidas en las calles de Cúcuta y La Parada, por venezolanos quienes ofertan una variedad de pastillas al detal y a precios módicos.

Otros han encontrado en su venta una manera de ganar dinero en el Táchira y otras regiones del país. Las compran en Cúcuta y/o La Parada, cruzan la frontera y las venden a los alrededores de los mercados municipales de San Cristóbal, centro de la ciudad, kioscos, bodegas, así como en muchos otros puntos del estado. Su comercialización se ha incrementado en los últimos meses.

La escasez de muchas medicinas ha causado incremento de ventas en las calles, pero se ha preguntado quién las elabora.

La venta no es a escondidas. Los vendedores ambulantes las ofrecen a plena voz en los mercados municipales de La Ermita, La Concordia, Dimo; en el centro de San Cristóbal están en manos de los comerciantes informales. Venden pastillas al detal de Acetaminofén, Ibuprofeno, Diclofenaco, Atamel, entre muchas otros.

William Velazco, vicepresidente de la Federación Farmacéutica Venezolana, declara que estamos frente a un problema de salud pública, con aumento de la morbilidad, porque hay pacientes que no se curan, se enferman más y el tratamiento es más largo.

“Estamos frente a un ilícito medicamento o ilícito farmacéutico cuando el medicamento no cumple con las leyes mínimas de nuestro país para poderse vender y consumir. La Ley de Medicamento, de agosto de 2000, señala que es el Instituto Nacional de Higiene quien autoriza la disposición de medicinas en el territorio nacional. Se deben cumplir los canales de distribución o la cadena de comercialización: laboratorio produce, droguerías distribuyen el producto a las farmacias para su venta y así se garantiza la calidad del producto”, expresa.

— ¿Qué es un medicamento ilícito?

— Es aquel que no sigue los canales de distribución, no tiene controles, no hay ley que respete, no se asegura su calidad. Por ejemplo, Captopril, para controlar la tensión arterial se compra en la calle, en el kiosco, pero en muchos casos no tiene la composición química correcta. Es cal con cemento, o harina. El paciente se toma la pastilla, mentalmente acepta que la consumió, pero no se cura, fue engañado.

Reitera que es un riesgo comprar medicinas en la calle porque no se garantiza que se trate de las composiciones químicas correspondientes. “Existen personas de mala fe, mafias que ganan dinero, que alteran el producto agregando elementos como harina, cal, cemento, y otros materiales del mismo color, que luego son empacados y vendidos, todos nocivos para el organismo”, expresa.

Velazco ve con mucha preocupación la venta al aire libre de medicamentos, todos de dudosa procedencia, por eso llama la atención a la ciudadanía a no comprarlos. “No debemos comprar medicinas en sitios no autorizados por el Ministerio de la Salud, Se deben adquirir en las farmacias donde se venden productos que cumple con todas las exigencias del INH”, dice.

— Muchas pastillas son más económicas en la calle que en las farmacias. ¿Por qué?

— Las personas tienen que analizar esa diferencia. ¿Por qué son más baratas?, algo debe estar pasando. A nivel mundial las estadísticas indican un 10% de medicamentos falsificados; en Latinoamérica es de 30%. En el 2017 se generaron más de 200 mil millones de dólares por la venta de medicamentos ilícitos, es un delito grave.

El profesional recuerda que el gremio al que pertenece nunca se opone a que el Gobierno compre medicinas o se traigan de Colombia, siempre y cuando cumplan con las normas correspondientes de calidad. No comparte el ingreso de medicinas desde Cúcuta y La Parada sin control, menos la forma como se venden.

— ¿Hay datos de personas muertas por consumir medicamentos falsos?

— A nivel mundial las cifras que manejamos indican que al año mueren apropiadamente un millón de personas por consumir este tipo de medicamentos. Se ha descubierto que hay más de 60 mil páginas web que promocionan medicamentos y de éstas se ha demostrado que 94 por ciento de sus productos son falsos, adulterados.

Panorama en Cúcuta y La Parada

El periodista Eduardo Bautista, escribió en Diario La Opinión, de Cúcuta, el trabajo. ¡Ojo con los medicamentos que compra en la calle!, que las personas, en su mayoría procedentes de Venezuela, cautivados por los bajos precios, están comprando medicamentos en las calles, arriesgándose de que la cura pueda ser peor que la enfermedad.

“Las autoridades de salud han detectado que muchas de las pastillas, cápsulas y otros productos que son de alto consumo son elaborados con harina, cal u otras sustancias que resultan ser nocivas para el organismo”, se lee en su trabajo.

Según su investigación “los vendedores informales, en su mayoría extranjeros –con toda seguridad venezolanos-, trabajan mediante dos modalidades, según se pudo establecer: vendiéndole a un mayorista que les paga entre $15.000 y $20.000 diarios y otros que compran directamente los productos para venderlos por su cuenta, con lo que obtienen una ganancia mayor”.

Alerta con los precios

En la avenida sexta, entre las calles 7 a la 10, principalmente, se ofrecen tres sobres de Acetaminofén (30 pastillas) en mil pesos, cuando en una droguería formal cada sobre cuesta mil 300 pesos. En mil pesos se consiguen dos sobres de Ibuprofeno, cuando el valor en una droguería es de $2.300, cada uno. La misma realidad ocurre en las calles de San Cristóbal.

“Son precios que deben llamar la atención de las autoridades”, dijo el propietario de una droguería, agregando que ese valor en la calle puede ser porque son productos que llegan de manera irregular al país o porque son adulterados, ambas situaciones nocivas para la salud de quienes los consumen.

Llamados desde Cúcuta

***Leonardo Durán, subsecretario de Salud Municipal, hizo un llamado a los habitantes de Cúcuta para que eviten comprar medicamentos en las calles, que pueden ser de mala calidad o estar adulterados por personas sin escrúpulos, que incurren en un delito.

***Sandra Rojas, subsecretaria de Gobierno Municipal, dijo que ha sido constante el decomiso de ese tipo de medicamentos con el acompañamiento de la Policía, pero que cada día hay más personas en esa actividad informal, principalmente migrantes venezolanos.

*** Un funcionario del Instituto Departamental de Salud de Norte de Santander (IDS), que prefirió no identificarse, dijo que han detectado recipientes de medicamentos de marca y costosos, llenos con otros productos de más bajo valor comercial y que incluso no sirven para la enfermedad prescrita, que están siendo comercializados en las calles, plazas de mercado o puerta a puerta.

Mediante esa modalidad están siendo vendidos medicamentos como Eutirox, prescrito para problemas de tiroides; Ácido Valproico, que es un es un fármaco antiepiléptico, otros para enfermedades cardíacas, purgantes, repotenciadores sexuales, jarabes para la tos, pastillas anticonceptivas, antibióticos y medicinas naturales.

«Esos productos no están bajo condiciones óptimas de temperatura, cadena de frío, almacenamiento y dispensación y son comercializados por personas sin ningún estudio técnico en farmacia, lo que hace más peligrosos su consumo», según un tecnólogo en regencia de farmacia consultado.

Recomendaciones

El Instituto Departamental de Salud de Norte de Santander –IDS- que es el encargado de la vigilancia y control de medicamentos en el departamento, recomienda por su parte, comprar los productos solamente en droguerías, verificar que la banda de seguridad no venga removida, observar detenidamente la fecha de vencimiento y almacenar los medicamentos según indicaciones del médico o el farmacéutico.

Lucha contra los delincuentes

Recientemente las autoridades colombianas desmantelaron una banda de delincuentes que se dedicaba a vender en Colombia medicamentos falsos procedentes de Venezuela. Hubo 16 detenidos.

Se informó que decomisaron más de una tonelada y media de medicamentos que habían sido alterados. Estaban listos para ser vendidos. Eran tratamientos para hemofilia, artritis, diabetes, cáncer, analgésicos, antialérgicos, antibióticos, entre otros.

Las investigaciones determinaron que eran mezclados con otros productos, modificaban los empaques, la composición química y el sello de caducidad de las medicinas.