Frontera
«Me bajé de la bicicleta para mototaxiar»: Campeón de la Vuelta a Venezuela
21 de junio de 2024
Jorge Abreu, campeón de la Vuelta a Venezuela en 2022, se vio en la obligación de bajarse de la bicicleta para montarse en una motocicleta y así poder llevar el sustento a su casa como mototaxista.
Abreu, de 34 años, empezó en la disciplina del ciclismo a los 8 años. Lleva 26 años de esfuerzos, triunfos, tesón y dedicación, valores inculcados por su padre. La pausa obligada era más que necesaria, pues tiene una esposa, hijos y madre que dependen de sus ingresos.
En La Parada, barrio ubicado a escasos metros del puente internacional Simón Bolívar, que conecta con el municipio fronterizo Bolívar, de donde es oriundo, se le puede encontrar a diario entre los más de 150 venezolanos que integran diversos grupos organizados de mototaxistas en la zona, prestando un servicio de transporte a dos ruedas con sello binacional.
«Al año siguiente de mi triunfo nacional, continué con el equipo de la Policía y en enero participamos en la vuelta al Táchira, pero lastimosamente nos hemos quedado sin equipo y la situación me ha obligado a bajarme momentáneamente de la bicicleta y ahorita estoy mototaxiando», detalló la promesa de frontera en entrevista desde La Parada.
Abreu reconoce que es muy difícil dejar a un lado la pasión que lleva en sus venas, pero el poco apoyo que hay en estos momentos hacia el ciclismo, lo ha llevado a tomar esa drástica y dura decisión. «Con la trayectoria que uno viene teniendo, se debe estar todo el tiempo montado, y ahorita estoy perdiendo terreno».
El joven ciclista no pierde la fe de que alguna institución lo volverá a llamar para darle el espaldarazo que requiere. «Actualmente, hay muy poco apoyo, la mayoría de los ciclistas están hasta pagando para que los lleven a competir y no es el deber ser. El deber ser es que un equipo a uno lo apoye, le cubra los gastos y garantice un sueldo», reiteró.
Abreu está consciente que aún tiene madera para seguir pedaleando en los grandes eventos ciclísticos por cuatro años más. Partiendo de ahí, le pide a la Providencia que se le abran nuevas puertas para demostrar el gran talento que ha pulido por más de cinco lustros.
La idea de emigrar no le es ajena. De hecho, está tratando de tramitar el pasaporte colombiano, goza de doble nacionalidad, como la mayoría de habitantes de frontera, para ver «adónde me puedo ir».
«Migrar no es solo decir me voy y ya. Es duro. Hay que tener recursos», sentenció al dejar claro que el mantenimiento de una bicicleta profesional es bastante costoso. Su bicicleta cuesta cerca de 15 millones de pesos. Espera desempolvarla pronto para volver al mundo que lo hace feliz y donde ha triunfado: ¡El ciclismo!
Jonathan Maldonado