(EFE).- Un vallado de metal de poco más de dos metros de altura rodeando el Centro Nacional de la Constitución de Filadelfia y varios ciudadanos expresando sus inquietudes políticas son las pocas señales de que este martes está pasando algo importante en Filadelfia, donde Donald Trump y Kamala Harris se verán las caras por primera vez.
El primer debate presidencial entre ambos candidatos (segundo de estas elecciones para Trump tras la retirada de Joe Biden) está pasando de refilón por Filadelfia, bastión demócrata y la ciudad más poblada de Pensilvania (1,5 millones de habitantes), uno de los estados clave, cuyo resultado pesará enormemente para elegir al próximo presidente de Estados Unidos.
Minutos antes de las 21:00 hora local (01:00 GMT del miércoles) los dos candidatos llegarán al blindado centro de convenciones en el que se ha instalado el todavía misterioso plató de ABC News, del que solo se conoce una fotografía con dos estrados y un fondo añil con versos de la Constitución y, destacado, su preámbulo: «We the people» (Nosotros el pueblo).
Ambos se encontrarán en persona por primera vez en un debate que no tendrá público y en el que solo estarán presentes los dos presentadores: David Muir y Linsey Davis.
«Es una pena que no habrá público porque a mí me encantaría estar allí», se queja a EFE Venus, una estadounidense procedente de Nueva York que está haciendo turismo en Filadelfia, tras comprar una camiseta de Kamala Harris en uno de los pocos puestos de souvenirs políticos que se han instalado en los alrededores del recinto.