(EFE).- El reconocimiento mundial que ha recibido Mario Vargas Llosa, quien murió este domingo en Lima a los 89 años de edad, ha despertado el orgullo de la peruanidad entre sus compatriotas, que han constatado que el premio nobel de Literatura no solo puso a la nación andina en el mapa internacional, sino que también tuvo la mirada puesta en la realidad de su país.
Desde las sentidas palabras compartidas por el presidente francés Emmanuel Macron, quien lamentó la muerte de «un genio», al título de la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio otorgado este martes por el Gobierno de España, han sido innumerables los mensajes de mandatarios, políticos, artistas y escritores de todo el mundo dedicados al peruano.
La Casa de la Literatura Peruana, ubicada junto al Palacio de Gobierno de Lima, en una antigua estación de tren, alberga desde hace 15 años la biblioteca Mario Vargas Llosa, en la que era la sala de espera de los pasajeros que iban a viajar hacia el centro del país.
Bajo una cúpula de vidrieras coloridas descansan más de 200 ejemplares que giran en torno al escritor, entre los que se encuentran todos sus libros, pero también biografías, homenajes, estudios de su literatura, numerosas traducciones y hasta versiones de su vida para niños.
«Creo que Vargas Llosa tuvo mucha mirada hacia el Perú, nunca se apartó, y eso que estuvo fuera por diferentes motivos, la mayoría de sus obras miran al Perú», destacó a EFE el director de la Casa de la Literatura, Gary Marroquín.
Expuso que el escritor supo retratar no solo la política del país, sino muchos aspectos de la vida de los peruanos, porque lo que existe una relación muy estrecha entre los lectores nacionales, quienes lo reconocen por haber aportado un valor muy importante a su nación.
«Vargas Llosa genera este sentimiento (de identificación con el país) y ahora se va sentir esta peruanidad, sobre todo entre peruanos en el extranjero, que ahora van a leer, revisar y buscar información sobre el escritor y su obra», dijo.
Marroquín indicó que esta «fiebre» por Vargas Llosa debe servir para celebrar su figura, y nombró que la Casa de la Literatura prepara una sala permanente en homenaje a su vida y obra.
En cuanto al legado que deja, destacó su vitalidad y potencia literaria, y también su honestidad intelectual, a la que definió como «intachable», al haber dicho siempre la verdad, aunque esto le costara «algunos enemigos».
Enseñó con orgullo un ejemplar de ‘La guerra del fin del mundo’ firmado por el escritor cuando visitó la Casa de la Literatura para inaugurar la biblioteca que lleva su nombre, en 2010, el año en el que ganó el Premio Nobel de literatura.
Despedida íntima
Álvaro, el primogénito de Vargas Llosa, reiteró el pasado lunes ante los medios, en nombre de la familia, que la despedida será en la más estricta privacidad y pidió a los medios que se encontraban en la puerta de su casa y a los ciudadanos que respetaran la privacidad de la despedida de su padre, quien no quiso ceremonias póstumas en su honor.
«No tengo otra cosa que decir que el Perú ha perdido a uno de sus mejores hombres y nosotros a un ser infinitamente querido a quien amos a echar de menos», dijo Álvaro Vargas Llosa en la entrada del edificio donde residía su padre, horas antes de que se trasladara el cuerpo del nobel.
Posteriormente el cuerpo del escritor fue cremado y Gobierno de Perú confirmó que no se celebrarían ceremonias oficiales póstumas en homenaje al autor de ‘Conversación en la catedral’, en cumplimiento de su voluntad.
España otorga La Gran Cruz de Alfonso X
el Sabio de forma póstuma
(EFE).- El Gobierno español aprobó este martes la concesión de la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio de forma póstuma al escritor hispano-peruano Mario Vargas Llosa, fallecido el pasado domingo en Lima.
La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, anunció en rueda de prensa la decisión y envió las condolencias a los familiares del escritor y a sus lectores, «que se cuentan por millones»; además, destacó la amplitud de su legado: «Nos faltaría rueda de prensa para decir aquí los principales títulos de sus múltiples obras».
La Gran Cruz de Alfonso X el Sabio se otorga a personas que hayan contribuido en grado extraordinario al desarrollo de la educación, la ciencia, la cultura, la docencia o la investigación.
Alegría, que también es la ministra española de Educación, recordó que Vargas Llosa tenía «todas las distinciones posibles», desde el Premio Cervantes (1994) al Premio Nobel (2010), siendo el último escritor en lengua española que ha recibido esa distinción.