El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski presentó la renuncia a la presidencia del Perú luego de un año y 7 meses en el cargo, tras estar sumido en una crisis presidencial a raíz de los videos propalados por Fuerza Popular y que exhiben una presunta compra de votos a cambio de obras.
En una especie de «déjà vu», el Congreso peruano dominado por la oposición tenía que decidir este jueves si destituir al presidente Pedro Pablo Kuczynski, en medio de denuncias de intentos de «compra» de votos para favorecer al mandatario y llamados para que renuncie.
Siendo esta la segunda vez en tres meses, Kuczynski ya corría el riesgo de ser cesado por «incapacidad moral».
De esta manera, Pedro Pablo Kuczynski se convierte en el primer presidente en perder su puesto por el caso Odebrecht, compañía brasileña que admitió haber pagado decenas de millones de dólares en sobornos en varios países latinoamericanos para adjudicarse contratos de obras públicas.
Legisladores del principal partido opositor de Perú, Fuerza Popular, liderado por Keiko Fujimori, hija del indultado expresidente Alberto Fujimori, denunciaron el martes que el gobierno compró votos para evitar que el Congreso destituyera en diciembre a Kuczynski, y difundió un video que demostraría esa supuesta maniobra ilegal.
En el video aparece el legislador Kenji Fujimori, hermano de Keiko, intentando convencer a un colega de apoyar a Kuczynski a cambio de obras públicas para su distrito. En diciembre, el sorpresivo apoyo de Kenji y otros fujimoristas permitió que el mandatario sobreviviera a la moción de destitución.
«El gobierno no compra congresistas», respondió la presidenta del Consejo de Ministros, Mercedes Aráoz, en una rueda de prensa en la que se evocó que comprar votos de legisladores era algo que se daba bajo el gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000).
Si ninguno de los dos vicepresidentes peruanos aceptara asumir el mando, lo debería hacer el presidente del Congreso, el fujimorista Luis Galarreta. Éste tendría que convocar a nuevas elecciones, escenario que ningún partido desea en momentos de desprestigio de los políticos por los escándalos de Odebrecht.
Un sondeo de la firma Ipsos reveló la semana pasada que el 58% de los peruanos cree que Kuczynski debe ser destituido, contra un 37% que estima que debe seguir hasta 2021.
Kuczynski está en el ojo del huracán desde que en diciembre Odebrecht reveló que había pagado casi cinco millones de dólares por asesorías a empresas ligadas a él mientras era ministro. Hasta entonces había negado todo lazo con la constructora.
Odebrecht admitió además que hizo aportes de campaña en 2006 y 2011 a los últimos cuatro ocupantes del sillón presidencial peruano, incluido Kuczynski, y a Keiko Fujimori, pero todos ellos lo niegan. AFP
Kuczynski: Renuncio a mi cargo por el bien del país

«Frente a esta difícil situación que me hace injustamente aparecer como culpable en actos que no he participado, pienso que lo mejor es que renuncie, no quiero ser un escollo para que la nación encuentre la senda de la armonía que tanto necesita”, resaltó el exmandatario.
Durante un mensaje al país, Kuczynski, rechazó las acusaciones de compra de votos en su contra a las que calificó de tendenciosas, “que daban la impresión de que el gobierno estaba ofreciendo obras a cambio de votos a favor de los congresistas que iban a votar en la vacancia presidencial”.
Kuczynski resaltó que la confrontación política ha creado un clima de ingobernabilidad que le hace enorme daño al país que no nos permite avanzar. “La oposición ha tratado de pintarme como si fuera una persona corrupta, y hasta afectó a un grupo de trabajadores sencillos y honestos involucrándolos en esta artimaña de demolición en contra del gobierno”.
Garantizó que el proceso de transición será constitucional y ordenada y agradeció a todo su equipo y colaboradores.
He remitido al Congreso el original de esta carta, que he transmitido al Perú, renunciando al cargo de Presidente Constitucional de la República. pic.twitter.com/PHX6ZccU9r
— PedroPablo Kuczynski (@ppkamigo) 21 de marzo de 2018