Opinión
Bitcoin y las guerras comerciales: ¿refugio dormido o promesa latente?
25 de abril de 2025
Moises Orraiz *
En tiempos de tensiones geopolíticas, aranceles crecientes y resurgimiento del proteccionismo, la pregunta sobre el rol de Bitcoin cobra una relevancia ineludible. ¿Es simplemente un activo especulativo más o una herramienta capaz de ofrecer autonomía financiera y resistencia frente a un sistema económico cada vez más frágil?
Bitcoin como reacción a la incertidumbre global
Las guerras comerciales, al frenar la globalización y encarecer las cadenas de suministro, abren la puerta a presiones inflacionarias. Frente a esta amenaza, los bancos centrales responden con políticas monetarias restrictivas que encarecen el crédito y enfrían la actividad económica. Este círculo vicioso amenaza la rentabilidad empresarial, siembra dudas en los mercados bursátiles y debilita la confianza del inversor.
En este contexto, los capitales tienden a migrar hacia activos considerados seguros como bonos del Tesoro y oro. Bitcoin, por el contrario, queda rezagado. Su volatilidad lo relega temporalmente al margen, lejos de los flujos defensivos. La narrativa de “oro digital” parece apagarse frente al brillo del metal físico en tiempos de crisis.
Hibernación estratégica y promesa futura
Pero este retroceso no implica una derrota. Bitcoin, por su esencia descentralizada y resistente a la censura, mantiene una promesa latente. Su rol actual podría compararse al de un activo en hibernación, esperando que la tormenta amaine para reclamar nuevamente su narrativa de refugio frente a políticas monetarias descontroladas o instituciones frágiles.
Si la tesis de su escasez digital y su resistencia estructural a la inflación se mantiene, la eventual relajación de las tensiones comerciales y un entorno económico más estable podrían reactivar el interés institucional y minorista por este activo.
Más allá de la especulación: autonomía como valor estructural
Aunque hoy predomine una visión utilitaria centrada en la ganancia rápida, Bitcoin nació como respuesta a una necesidad más profunda: el deseo de independencia financiera. Esta motivación estructural no desaparece con la volatilidad del mercado, sino que aguarda en silencio el momento propicio para resurgir con fuerza.
Conclusión
En un mundo fracturado por intereses nacionales, proteccionismo y desconfianza institucional, Bitcoin ofrece algo radicalmente distinto: una alternativa global, neutral y descentralizada. Por ahora, su rol es el de resistir, consolidarse y esperar. Pero si el sistema tradicional vuelve a tambalear, no sería extraño que el capital, impulsado por la necesidad más humana de todas —la esperanza—, vuelva a mirar hacia él con renovado interés.
* Escritor de opinión económica y fundador de GrizzlyTraders