Alejo García
Desde la antigüedad, la acepción de maestro es amplia en los diferentes artes, ciencias u oficios desempeñados por el ser humano. Trataremos de nombrar varias funciones ejercitadas por el mismo en la sociedad, tales como: el perito
practicante de la oratoria, la persona dedicada a un oficio manual: mecánico,
panadero, sastre, ebanista, carpintero, el compositor de música, el individuo que
comanda al personal y las operaciones de un servicio en las empresas, el responsable de enseñar un arte, ciencia o actividades técnicas: maestro de armas, pintura, docente en materia tecnológica, el regente ceremonial en actos solemnes: Maestro de ceremonia, el que recibe órdenes del ingeniero, arquitecto y demás profesionales de Educación Superior, quién dirige por su cuenta a los albañiles, el
músico que conduce el coro en una iglesia; el empleado para señalar, distinguir o respetar a las personas de la tercera edad. Aunado a esas tareas cotidianas, existe una de ellas de manera sobresaliente y apoteósica: el maestro de educación primaria, dedicado a la enseñanza de los niños.
El docente de primaria ha sido considerado como buen orientador, guía, formador inicial e integral del niño y adolescente. Asimismo, ha sido catalogado como un líder natural de la comunidad y en unión de sus habitantes de la misma, busca soluciones a los problemas que la aquejaban con el propósito de resaltar la noble función de los Profesionales de la enseñanza, los maestros de primaria se
reunieron en el antiguo colegio Vargas en Caracas, el 15 de enero de 1952. A partir de entonces se fundó la “Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción Primaria”. A los cuatro años se denominó Federación Venezolana de Maestros.
El presidente de Venezuela, Isaías Medina Angarita, decretó el 13 de enero de 1945 la celebración del Día del Maestro, el 15 de enero dé cada año en homenaje a los docentes del país. Al poco tiempo en 1952 se cambió la fecha al 29 de noviembre en homenaje al natalicio del humanista de América Don Andrés Bello,
como un reconocimiento por haber sido maestro de El Libertador Simón Bolívar. En 1959, los afiliados al gremio volvieron a designar el 15 de enero como el Día del Maestro.
Esa efeméride educativa, es recordatorio de ilustres maestros, aparte de los nombrados docentes del Líder de América, a: Luis Beltrán Prieto Figueroa, paladín de la Democracia; a Juan Vicente González, José Sanz, Cecilio Acosta, Mario Briceño Iragorry, entre otros.
Al fallecer El Libertador en 1830, sobresalieron una pléyade de educadores enaltecedores de nuestro gentilicio y dieron brillantez al magisterio nacional. Entre ellos mencionamos a unos cuantos de mayor palmarés: José María Vargas, Vicente Lecuna Salboch, Tulio Febres Cordero, Miguel Pérez Carreño, Emil Friedman, Luis
Pastori, Fermín Toro, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Fernando Paz Castillo, Pedro Bautista Bastolo, quienes conjuntamente con un esclarecido número de colegas enaltecieron y dieron brillo y prestigio a la Profesión Docente. Al concluir la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, la lucha gremial disminuyó su trabajo y vigencia, debido
al clima Dictatorial y difícil de entonces. Luego al caer el oprobioso régimen los educadores arreciaron su lucha. En esta oportunidad, ante la crisis que padece Venezuela, aspiramos que los docentes vuelvan a enarbolar sus luchas para recuperar muchos derechos perdidos.
Al conmemorar el 15 de enero el Día del Maestro Junto a profesores,
licenciados y catedráticos de las casas de estudios superiores, nos complace y nos sentimos orgullosos del rol desempeñado por los colegas docentes, en la defensa de los principios democráticos y de nuestras reivindicaciones.
Enhorabuena a los integrantes del Magisterio Venezolano. Ustedes han sido los formadores, guías y vigilantes de innumerables niños, adolescentes y jóvenes en las diversas épocas de la Educación. Feliz Día del Maestro.